Este artículo se publicó hace 14 años.
Israel deportará este año a 30.000 obreros sin papeles
Netanyahu pretende crear puestos de trabajo para los ciudadanos israelíes
Eugenio García Gascón
Israel deportará a entre 30.000 y 50.000 trabajadores sin papeles hasta final de año y estima que esta medida creará 30.000 puestos de empleo para ciudadanos autóctonos, rebajando en un punto el índice de desempleo, situado en el 8,2% a finales de 2009. "Nuestra principal obligación es hacia nuestros propios ciudadanos", han recalcado al unísono el primer ministro, Binyamin Netanyahu, y el titular de Finanzas, Yuval Steinitz.
El anuncio llega después de que varios ministros criticaran con dureza y de forma reiterada la entrada "masiva" de extranjeros, argumentando que pone en peligro el carácter judío del Estado. Se trata de una verdadera obsesión en Israel, no sólo frente a los palestinos sino también frente a todos los foráneos que residen en el país y no son judíos.
Netanyahu atribuye a los sin papeles la inseguridad ciudadana
Según los datos facilitados por el Ejecutivo, en diciembre del año pasado vivían en Israel 255.000 extranjeros, de los que sólo 77.000 tenían permiso de residencia y contaban con papeles en regla. La población total del país es de 7,5 millones de habitantes, de los que 5,6 millones son judíos.
Netanyahu señaló que "la entrada masiva de trabajadores extranjeros en los últimos años ha causado problemas de seguridad, drogas y, en particular, una erosión de los salarios". Para enmendar esta situación, el Gobierno ha decidido adoptar una serie de medidas entre las que se encuentra la de elevar sustancialmente las multas a quienes den empleo a los sin papeles. Las multas mínimas son de 1.800 euros para los empleadores particulares y 4.000 euros para las empresas.
Visado específicoLos trabajadores extranjeros con o sin papeles en regla se emplean en Israel en cinco áreas principalmente: el cuidado de ancianos y discapacitados, la agricultura, la construcción, los restaurantes orientales y, en menor medida, la industria.
El Gobierno israelí quiere rebajar en un punto el índice de desempleo
Al obtener un visado de trabajo, a los extranjeros se les asigna un lugar de empleo específico que no pueden cambiar, salvo después de obtener un permiso especial de las autoridades que resulta muy difícil de conseguir.
A partir de ahora, serán expulsados todos aquellos que no trabajen durante 90 días aunque tengan visado. En cualquier caso, los trabajadores extranjeros no pueden permanecer en el país durante más de cinco años y, al acabar este periodo, deben irse forzosamente de Israel.
La cifra de 255.000 extranjeros con o sin papeles no incluye a los 28.000 palestinos de Cisjordania que diariamente acuden a Israel para trabajar legalmente, así como otros 25.000 palestinos que se emplean en los asentamientos judíos de Cisjordania.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.