Por Nidal al-Mughrabi

Israel dijo el miércoles que no es el momento adecuado para un alto el fuego en la Franja de Gaza y aumentó los preparativos para una posible ofensiva terrestre, después de que los cohetes de largo alcance de Hamás llegaran a otra ciudad israelí,

"Si las condiciones maduran, y creemos que puede haber una solución diplomática que garantice una mejor seguridad en el sur, lo consideraremos. Pero por el momento, no la hay", dijo el primer ministro israelí, Ehud Olmert, tras reunirse con su gabinete de seguridad, según un asesor.

"No comenzamos esta operación solo para terminarla mientras sigue habiendo fuego de cohetes, tal y como ocurría antes de empezar", agregó.

La presión internacional ha aumentado sobre las dos partes para que cesen las hostilidades, aunque el miércoles el presidente estadounidense, George W. Bush, habló por teléfono con Olmert y le dijo que considera que Hamás tiene que cesar el lanzamiento de cohetes como primer paso para un alto el fuego, según un portavoz de la Casa Blanca.

Francia había pedido una tregua humanitaria de 48 horas para permitir la entrada de ayuda para los 1,5 millones de habitantes del empobrecido territorio costero.

Hamás ha indicado que está preparado para estudiar las propuestas de un cese del fuego.

"Estamos a favor de cualquier iniciativa que traiga un inmediato cese a las agresiones y levante enteramente el asedio", dijo el responsable de Hamás Ayman Taha en referencia al bloqueo de Israel de la Franja de Gaza, un territorio controlado por el movimiento islámico.

Los diplomáticos señalaron que el conflicto más mortal en la Franja de Gaza en cuatro décadas parece estar cerca de un punto extremo tras cuatro días de ataques aéreos que han matado a 393 palestinos, al menos un cuarto de los cuales eran civiles, según cifras de Naciones Unidas.

Responsables médicos palestinos revisaron el número de heridos a 1.650 después de que llegaran las cifras de centros médicos que no habían informado del número de víctimas con anterioridad. Tres civiles israelíes y un soldado han muerto por los cohetes.

CONSEJO DE SEGURIDAD

Con los palestinos cada vez más airados con la ofensiva, varios asesores dijeron que el presidente Mahmud Abas pedirá al Consejo de Seguridad que apruebe una resolución que pida un inmediato alto el fuego.

Junto al muro fronterizo, fuertemente fortificado, tanques israelíes se preparaban para la batalla, mientras que los milicianos palestinos, escondidos a unos cientos de metros, colocaban minas terrestres y otras trampas explosivas en caso de que estallara la ofensiva terrestre.

En el interior de Gaza, por primera vez desde que comenzaron los ataques, muchas personas se aventuraron a salir de sus casas en busca de alimentos, aprovechando un breve período de calma en la ofensiva aérea israelí.

A pesar de la presión internacional, la ira en Israel por el lanzamiento de los cohetes, que han alcanzado la ciudad de Beersheba, a 40 kilómetros de Gaza, podría llevar al Gobierno a aumentar su ofensiva.

Responsables israelíes dijeron que están abiertos a enmiendas a la propuesta francesa y a alternativas planteadas por distintas partes internacionales.

Israel también sostiene que está permitiendo la entrada de ayuda humanitaria. Se espera que más de 100 camiones con alimentos y medicinas entren en Gaza el miércoles, dijo el responsable de defensa, Peter Lerner.

Al menos cuatro cohetes impactaron contra Beerhsheba, la ciudad que Israel llama la capital del Negev, su región del sur. Otros llegaron a Asquelón y decenas han impactado en los pequeños pueblos fronterizos.

La fuerza aérea israelí llevó a cabo seis ataques aéreos en la Franja de Gaza el miércoles que tenían como objetivos túneles para contrabando en la frontera entre Gaza y Egipto y oficinas del gobierno de Hamas en Ciudad de Gaza, según un portavoz militar israelí.

La lluvia caída durante los últimos días y los chaparrones del miércoles podrían retrasar la entrada de los tanques israelíes en el territorio y también limitar las operaciones aéreas.

Israel comenzó a atacar Gaza el 27 de diciembre por los persistentes lanzamientos de cohetes por parte de milicianos desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí.

El Gobierno centrista de Olmert ha lanzado la ofensiva militar seis semanas antes de las elecciones del 10 de febrero, que según varias encuestas ganará el partido de derecha Likud.