Israel reforzará el control en los pasos fronterizos con Gaza

Israel reforzará el control en los seis pasos fronterizos con la franja de Gaza después del atentado que grupos islamistas radicales perpetraron el sábado contra el de Kerem Shalom con tres vehículos cargados de explosivos.

Las nuevas medidas de seguridad incluye un mayor número de efectivos en los pasos y una rigurosa inspección de los productos que pasan a través de ellos, informa hoy el diario Haaretz.

Algunos de estos pasos permanecían aún cerrados hoy lunes debido al atentado que el sábado hirió a dieciséis soldados israelíes, al estallar tres vehículos a la entrada de uno de ellos en la triple frontera que forman Gaza, Israel y Egipto.

La alerta que uno de los soldados dio a sus compañeros para que buscaran refugio, tras descubrir que se trataba de un ataque, evitó una tragedia, pero el Ejército israelí es consciente de que las milicias palestinas han elevado su capacidad ofensiva.

El del sábado fue el cuarto ataque contra un paso fronterizo o puesto militar israelí en la frontera con Gaza en lo que va de mes, en los que han muerto tres soldados y dos conductores de camiones.

Según el Haaretz, el paso de Kerem Shalom, por el que entra una parte de la ayuda humanitaria a Gaza, estará cerrado hasta evaluar las medidas de seguridad. Tampoco se sabe si el de Shufa iba a abrirse esta mañana.

En cuanto al de Nahal Oz, por donde se transfiere el combustible a Gaza, la empresa israelí Dor Alón comunicó al Ejército que está reconsiderando su contrato de suministro a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por el peligro que conlleva para sus conductores.

En las últimas dos semanas esa terminal ha sido blanco de dos ataques, el último el jueves cuando milicianos palestinos dispararon contra los camiones-cisterna.

La apertura de los pasos es vital para la franja, donde residen un millón y medio de palestinos en condiciones de asedio.

Desde hace ocho meses las cantidades de alimentos y combustibles que Israel deja introducir en la zona son limitadas, en un intento de persuadir a las milicias y al gobierno del movimiento islamista Hamás para que dejen de disparar cohetes Al Kasam contra el territorio israelí.