Este artículo se publicó hace 15 años.
Una izquierda aplastada por Berlusconi
El Partido Democrático afronta un casi seguro fracaso en las europeas
"¿Cómo es posible que en un momento en que el modelo neoliberal se hunde, los italianos acudan cada vez menos a los partidos progresistas?". Un exasperado Francesco Rutelli, ex líder de la Margarita democristianos progresistas, pone voz a la pregunta que lacera a la izquierda italiana.
A pesar de la actual crisis económica nacida de los excesos capitalistas, la mayoría de los italianos sigue reconociéndose en el modelo que representa el primer ministro Silvio Berlusconi. Las encuestas le dan una holgada mayoría en las europeas de junio. Y eso que, según la oposición, no ofrece ninguna receta contra la crisis: se limita a impulsar leyes como la de la inmigración, que tapan su magra gestión económica.
La mayoría de los italianos se reconocen en el modelo BerlusconiEntretanto, la izquierda italiana se mira al espejo y no se gusta. Dividida, navega en un mar de dudas más profundo que el que describe en sus películas su cineasta icono, Nanni Moretti. Será que Enrico Berlinguer, legendario líder de los 70 del Partido Comunista que durante décadas aglutinó a un 30% del electorado, murió demasiado pronto, en 1984.
En esta década, el centro-izquierda ha llegado al poder en dos ocasiones con Romano Prodi, al que sucedió por dos veces Massimo dAlema. Pero el último Gobierno de Prodi dejó el poder en 2008, carcomido por una extrema fragmentación de la coalición, allanando el camino a Berlusconi. Ésa fue la puntilla que terminó con la credibilidad de la izquierda.
Otro proyecto fallidoLa dividida izquierda italiana navega en un mar de dudasYa antes de la caída de Prodi, el ex alcalde de Roma Walter Veltroni lideró la creación del Partido Demócratico (PD), otro experimento fallido que debía unificar al centroizquierda. Tras su dimisión en febrero, el partido eligió a un sucesor provisional, Dario Franceschini, para tratar de afrontar un casi seguro fracaso en las europeas y esperar a octubre para convocar un congreso en el que se elegirá a un nuevo líder. Pero Franceschini no descarta quedarse si consigue al menos un 26% de los votos.
No lo tendrá fácil. Por un lado, sólo ha conseguido fichar para las europeas a candidatos considerados centrocampistas. Además, otros dirigentes toman posiciones cara al congreso: se habla del ex comunista Pier Luigi Bersani, pero también del histórico Massimo dAlema, que no cesa de repetir que lo que hace falta en el partido es "más política" y menos inventos, como el uso hueco de Facebook. En cambio, Rutelli piensa que el PD tiene que viajar al centro y dejar de ser "la izquierda": un coro discordante que paraliza al PD. Hoy, Nanni Moretti repetiría su escena de Abril (1998) en la que suplicaba a la izquierda personificada en DAlema : "Por favor, ¡reacciona!"
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