Este artículo se publicó hace 16 años.
La izquierda gana las elecciones locales, en un sonado revés para Sarkozy
La oposición de izquierdas se alzó con una rotunda victoria, aunque sin conquistar Marsella, en la ronda final de las elecciones locales francesas, en las que había llamado a un voto de castigo al presidente, Nicolas Sarkozy, diez meses después de su llegada al Elíseo, y a su Gobierno conservador.
La izquierda es "mayoritaria en votos" y por el "número de ciudades y departamentos", proclamó el líder del Partido Socialista (PS), François Hollande, quien pidió a Sarkozy y su Ejecutivo que, por tanto, "rectifiquen" su política.
Pero el primer ministro, François Fillon, rechazó que se saquen "lecciones nacionales" de estos comicios municipales y cantonales y subrayó que las reformas proseguirán y que la batalla por el empleo y el poder adquisitivo "debe acentuarse".
Otros dirigentes de la conservadora y gobernante UMP reconocieron que fue una "derrota" para sus filas, palabra silenciada por Fillon, y la atribuyeron a la combinación de "impacientes y descontentos".
Sarkozy, quien guardó silencio en esta velada electoral tras haber estado casi ausente de la campaña, marcada por su impopularidad, había hecho saber, en vísperas de los comicios, que mantendría el rumbo, aunque procedería a leves ajustes gubernamentales y, sobre todo, a cambios en su estilo presidencial y en su comunicación.
Un 58% de franceses sondeados por CSA desean que Sarkozy "se esfuerce por adoptar un estilo más presidencial".
Según los resultados de la segunda ronda en los municipios de más de 3.500 habitantes difundidos por el Ministerio del Interior, la izquierda obtuvo un 49,34% de los votos y la derecha un 47,55%, casi la misma diferencia de puntos que en la primera vuelta del pasado día 9, y la abstención superó el 38,3%, un récord.
Un consuelo para la UMP es haber conservado Marsella, segunda ciudad del país, que sigue en manos de Jean-Claude Gaudin. En cambio, Toulouse, cuarta urbe de Francia y bastión de la derecha desde hace 37 años, pasa al aspirante socialista, Pierre Cohen.
Los socialistas, que dominan la izquierda, han superado su objetivo de reconquistar al menos 30 de las 41 ciudades de más de 20.000 habitantes perdidas en 2001, entre ellas Estrasburgo.
Arrebataron a la derecha Reims, Caen, Amiens, Narbona, Metz o Périgueux, donde fue derrotado el ministro de Educación, Xavier Darcos. En total, cuatro de los 22 miembros del Ejecutivo que postulaban en los comicios perdieron su apuesta.
En París, las listas del alcalde socialista Bertrand Delanoe, aliado con los Verdes, obtuvieron una clara victoria, con el 57,7% de los votos, pero no conquistaron distritos adicionales.
La izquierda, al adueñarse de Toulouse y Estrasburgo y conservar otras seis ciudades de más de 200.000 habitantes, incluida Lille, que ya controlaba, deja a la derecha sólo Marsella, Burdeos y Niza.
La derecha ha arrebatado sólo cuatro ciudades de más de 30.000 habitantes, incluida Calais tras 37 años de gestión comunista.
En la segunda ronda de las Cantonales, la izquierda cosechó el 51,28% de los sufragios -frente al 44,52% para la derecha-, y controlará casi 60 de los 101 departamentos de Francia.
Mientras, el líder del centrista MoDem, François Bayrou, quien tiene la vista puesta en las Presidenciales de 2012, perdió por unos 300 votos su apuesta por la Alcaldía de Pau (suroeste) y su partido no llegó al 2% de los votos en esta ronda final de las Municipales.
"Habrá otros combates y otras victorias", prometió Bayrou, quien atribuyó su derrota ante la aspirante socialista a la negativa del postulante de la derecha a retirarse después de la primera ronda.
Bayrou había excluido alianzas nacionales y optó porque sus listas se aliaran con la izquierda o la derecha, según los casos, para la segunda ronda, en la que el electorado centrista parece haberse inclinado más por la primera que por la segunda.
Estas elecciones municipales y cantonales han acentuado la bipolarización de la vida política francesa, con "la casi desaparición de los extremos y el debilitamiento del partido comunista", señaló la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie.
Con su victoria de hoy, el PS domina ahora el paisaje local, departamental y regional de Francia, lo que debe utilizar para "reparar lo que Gobierno ha destruido desde hace 10 meses", según afirmó la ex candidata socialista al Elíseo Ségolène Royal.
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