Este artículo se publicó hace 13 años.
Japón aprueba otros 17.740 millones de euros para la reconstrucción
El Parlamento de Japón aprobó hoy un segundo presupuesto extraordinario, por 2 billones de yenes (17.740 millones de euros), para la reconstrucción de las zonas arrasadas por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo.
La Cámara Alta dio luz verde con mayoría absoluta a esta partida, que sigue a una primera aprobada en mayo por más de 4 billones de yenes (unos 35.500 millones de euros) para la rehabilitación inicial de las áreas devastadas por la catástrofe, la peor sufrida por Japón desde la II Guerra Mundial.
Ese primer presupuesto fue destinado a reconstruir pueblos enteros, reparar infraestructuras de transporte arrasadas, retirar escombros y construir viviendas temporales.
Está previsto que la partida aprobada hoy se financie con los fondos excedentes del presupuesto de 2010 sin necesidad de emitir nueva deuda, algo que, sin embargo, se ve inevitable en un futuro para financiar la costosa reconstrucción.
De la cantidad aprobada hoy, se calcula que unos 800.000 millones de yenes (7.096 millones de euros) queden como reserva para gastos de emergencia, mientras 545.500 millones de yenes (4.837 millones de euros) se destinarán a subsidios para los gobiernos locales afectados por el desastre.
Unos 300.000 millones de yenes (2.660 millones de euros) serán para apoyar a aquellos cuyas viviendas resultaron dañadas o destruidas, y cerca de 120.000 millones de yenes (1.064 millones de euros) irán al fondo de compensación de los afectados por la crisis nuclear de Fukushima.
Para financiar los controles de salud en esta provincia en las próximas tres décadas se destinarán 78.200 millones de yenes (693 millones de euros), y una cantidad similar será para respaldar a quienes hayan solicitado créditos tras el desastre para financiar sus deudas.
La aprobación de este segundo presupuesto extraordinario, al que se espera le siga un tercero, era una de las condiciones impuestas por el primer ministro, Naoto Kan, para cumplir su promesa de dimitir, algo que le reclaman tanto desde la oposición como desde dentro de su propio partido.
La popularidad de Kan se encuentra en niveles mínimos, en medio de numerosas críticas que le acusan de no haber sabido gestionar la crisis desatada por el terremoto del 11 de marzo, que dejó cerca de 20.000 muertos o desaparecidos.
La semana pasada, fuentes oficiales apuntaron a que en los próximos diez años se deberán invertir al menos 23 billones de yenes (unos 204.000 millones de euros) en proyectos de reconstrucción en las zonas asoladas por la catástrofe.
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