Este artículo se publicó hace 12 años.
El jefe de los observadores de la ONU dice que la violencia limita su misión en Siria
El jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, general Robert Mood, mostró hoy su frustración por la escalada de violencia en el país, que limita su labor de supervisión en el terreno.
En declaraciones a la prensa, Mood destacó que la violencia se ha intensificado en los últimos diez días por parte de ambas partes, en alusión al régimen y los rebeldes, lo que representa un "riesgo significativo" para los observadores internacionales.
"Parece que falta voluntad para ver una transición pacífica y que, en cambio, hay intentos de avanzar hacia posiciones militares", consideró el general noruego.
Mood afirmó que la escalada de violencia, que ha causado muertes en las partes enfrentadas, está "limitando" la capacidad de los observadores para verificar lo que sucede y ayudar a instaurar el diálogo y la estabilidad en el país.
El jefe de los observadores dijo estar "frustrado" y recordó que lo importante es que el régimen y la oposición "den una oportunidad a la misión" para llevar a cabo su trabajo.
Bajo el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, unos trescientos observadores no armados se encuentran desplegados en el país para comprobar el cumplimiento del alto el fuego decretado el pasado 12 de julio, si bien desde entonces los actos de violencia han continuado causando la muerte de cientos de personas.
Dicho alto el fuego forma parte del plan de paz propuesto por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, y que fue aceptado por las partes en conflicto.
Esa iniciativa estipula, entre otros puntos, el cese de las hostilidades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria, la retirada militar de las ciudades, la entrada de ayuda humanitaria y el comienzo de un diálogo político.
Mood rechazó que la situación en Siria se haya convertido oficialmente en una guerra civil ya que argumentó que no se podía reducir a un solo término lo que está sucediendo en el país.
No obstante, admitió que sus observadores han visto cómo la oposición declaraba haber tomado el control de amplias zonas en distintas ciudades y que las fuerzas del régimen estaban intentando recuperarlas.
El jefe de la misión agregó que ha tenido varios encuentros con altos mandos del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), que combate contra las tropas del presidente sirio, Bachar al Asad.
Mood apuntó que su trabajo consiste en convencer al régimen y los opositores de que "no se están beneficiando de la destrucción de la otra parte" y que deberían dejar las armas y comenzar a dialogar para mejorar la situación del país.
Desde que comenzara la revuelta contra Al Asad en marzo de 2011, al menos 11.000 personas han muerto como consecuencia de la violencia, según cifras de la ONU.
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