Este artículo se publicó hace 16 años.
Jodie Markell dedica a Tennessee Williams su ópera prima cuarenta años después
La actriz y escritora Jodie Markell ha dedicado al dramaturgo Tennessee Williams (1911-1983) su estreno en la dirección de un largometraje, "La pérdida de un diamante lágrima", proyectado hoy en el Festival de Valladolid, cuarenta años después de la última adaptación cinematográfica de un texto de ese autor.
Fue en 1966 cuando Sidney Pollack trasladó a la gran pantalla "Propiedad condenada", del célebre escritor sureño, "por cuya obra he sentido desde siempre una cierta afinidad", ha confesado Markell en una rueda de prensa acerca de su debut en la realización a partir de un guión firmado por el propio Williams hacia 1957.
"La pérdida de un diamante lágrima", inicialmente concebida para que la dirigiese Elia Kazan, llegó a Markell de manos de un profesor de su escuela de interpretación, "y entonces sentí una llamada" que años después se ha transformado en un bautismo fílmico, también estimulado por la decepción que le habían causado algunas de las adaptaciones teatrales de Williams.
Ambientada en un estado sureño junto al río Misisipi, en el año de 1923, la actriz y ahora directora estadounidense refleja en su primer gran trabajo "la transición de un mundo antiguo a otro moderno", a través de una historia de amor no correspondida entre una joven heredera de dos fortunas, caprichosa e intransigente, con un humilde servidor de su hacienda familiar.
A través de dos jóvenes de clases sociales distintas, Markell enfrenta dos mundos próximos pero distantes entre sí, cima y sima en una pequeña sociedad con inmensas fortunas y trabajadores en régimen casi de esclavitud, donde la moral, los valores y las relaciones humanas operan de modo diferente en uno u otro ámbito.
Esa transición entre mundos que pretende trasladar la película de Markell, nacida en Memphis -capital del estado de Tennessee, del que toma su nombre el dramaturgo, que en realidad se llamaba Thomas Lanier Williams-, "es algo similar a lo que ocurre ahora, donde se busca la verdad de un modo áspero y abrupto".
A pesar de esa analogía, la directora no ha sucumbido a la tentación de yuxtaponer o extrapolar a los tiempos actuales la trama que en su filme protagonizan el actor Chris Evans ("Diario de una niñera" y "Sunshine") y Bryce Dallas Howard ("El bosque", "Manderlay").
En cierto modo, esa decisión obedece a una actitud de respeto y admiración por Tennessee Williams, materializado también según sus propias palabras en la utilización de ciertas técnicas teatrales desplegadas en el rodaje de su primera película y que tienen que ver con la iluminación, entre otros factores.
"Es también un homenaje al teatro al que espero dedicarme y compatibilizar con el cine hasta el resto de mi vida, porque ambos se alimentan mutuamente en su compartida búsqueda de la verdad", ha señalado Markell, quien se ha declarado admiradora de Luis Buñuel y en concreto de su filme "El ángel exterminador".
Jodie Markell ha actuado en series de televisión como "Big love" (2006) y en largometrajes como "Safe" (1995), dirigida por Todd Haynes, y "Hollywood ending" (2002) de Woody Allen.
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