Este artículo se publicó hace 17 años.
Jorge Fernández Guerra y Miguel Poveda, Premio Nacional de Música 2007
El director del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (CDMC), Jorge Fernández Guerra, y el cantaor Miguel Poveda han sido galardonados, respectivamente, con el Premio Nacional de Música en las modalidades de composición e interpretación, que concede el Ministerio de Cultura.
El jurado, presidido por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Juan Carlos Marset, ha concedido el premio en el apartado de composición a Jorge Fernández Guerra por "la alta calidad de su creación en todos los géneros".
Un premio del que se ha enterado por teléfono a raíz de una llamada que, aseguró a Efe, le "ha dejado helado", al proceder del propio ministro de Cultura, César Antonio Molina, "entre terminal y terminal del aeropuerto" a su regreso del Festival de Música de Cádiz.
Nacido en Madrid en 1952, compagina desde el 2001 la labor director del CDMC con la dirección del Festival de Música de Alicante, organizado por el propio CDMC, por lo que considera este galardón como "la consolidación de una carrera obligada a partirse en dos campos, el creativo y el del trabajo al frente de un organismo público, que implica ciertos sacrificios compositivos".
Discípulo en el Conservatorio de Madrid, se vincula en los años setenta al teatro independiente, y estudia arte dramático con William Layton, José Carlos Plaza y en el Roy Hart Theatre.
El Ministerio de Cultura le encarga en 1986 la primera de una serie de óperas compuestas por jóvenes compositores, que lleva por título "Sin demonio no hay fortuna".
Entre 1989 y 1996 reside alternativamente entre París y Madrid, donde a partir de entonces se instala, formando parte, en 1997, del equipo de comunicación encargado de organizar la apertura del Teatro Real.
En su obra destacan "Extrío" (1986), "Primavera eléctrica" (1986), y la ópera de cámara en dos actos "Sin demonio no hay fortuna" (1986), aunque el propio compositor asegura que "la mejor obra siempre es la que se está haciendo".
Una de sus últimas composiciones se inspira en la obra de Domenico Scarlatti, una partitura creada para un recital con el que se homenajeó el pasado domingo el 250 aniversario de la muerte del compositor italiano en la residencia de Estudiantes de Madrid.
Por su parte, Miguel Poveda ha sido reconocido "por su gran calidad y versatilidad y por el interés que ha generado en otros ámbitos de la creación musical".
El cantaor nació en Badalona (Barcelona) en 1973 y fue su triunfo, a los 20 años de edad en el Festival de Cante de las Minas de La Unión, cuando comienza una trayectoria ascendente, que le lleva a actuar en la película "La Teta y la Luna", de Bigas Luna, y a grabar su primer disco "Viento del Este".
En el año 1997 es requerido por el Festival de la Cultura y las Artes de Ramallah en Palestina y hace una gira por Japón para, un año más tarde, presentar su disco "Suena Flamenco", con el que opta en 2000 a un Grammy Latino y colabora como artista invitado en la obra "La Vida es Sueño", que presenta Calixto Bieito en el Festival Internacional de Edimburgo.
Entre sus últimos trabajos destacan "Contrastes", con Agustí Fernández, y "La Fábrica de Tonadas", que compartió con Santiago Auserón y participó en las producciones "Qawwali Jondo".
En el 2004 colaboró con la Orquesta Nacional de España, presentando la obra "Suite Flamenca", de Joan Albert Amargos y Chicuelo.
Aficionado a cantar coplas, boleros, tangos y fados, y llevarlos a su terreno flamenco, este año rodó con Saura la película "Fados" y actualmente está en gira con diferentes producciones entre las que destaca "Romance de Valentía", un espectáculo que realiza junto a Martirio, y su último trabajo discográfico se llama "Desglaç".
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