Este artículo se publicó hace 15 años.
Una jornada de aventura en la cueva del Soplao
Con botas, mono, casco y luz comienza una original visita a esta cavidad que esconde un paisaje subterráneo único, es la mejor manera para descubrir la calidad, blancura y abundancia de las extravagantes formaciones geológicas.
A pocos kilómetros de San Vicente de la Barquera y Comillas, con vistas a Peña Sagra, al Naranjo de Bulnes y al Cantábrico, la sierra de Arnero esconde un tesoro bajo tierra: la cueva del Soplao.
No es una más de las numerosas cavidades que se esconden bajo los prados y bosques de Cantabria, donde Altamira ejerce como buque insignia, es única por sus impresionantes superficies tapizadas de aragonitos, tours, estalactitas, estalagtitas y coladas, pero también por su excepcional patrimonio de arqueología minera. La calidad, blancura y, sobre todo, la abundancia de sus formaciones excéntricas, que provocan todo tipo de juegos de luces y sombras, colores y sensaciones, está fuera de toda comparación, es un auténtico prodigio de interés geológico.
De los 14 kilómetros que tiene la cueva, los visitantes pueden recorrer hasta tres por su interior a lo largo de un nuevo tramo abierto, bautizado como Turismo-aventura. En grupos de un máximo de 20 personas y acompañados de dos guías, los aventureros reciben a su llegada el equipo de expedición necesario para realizar el recorrido: botas, mono, casco y luz. El túnel La Isidra es el punto de partida de esta expedición sin ningún tipo de riesgo, aunque por razones de seguridad no se admiten menores de 12 años. El trayecto continúa por la parte superior de la cámara del Falso Suelo, para después dirigirse hacia la entrada de la galería Los Italianos. El itinerario, que tiene una duración de dos horas y media, pasa por galerías vírgenes, como la de La Sirena, donde el visitante podrá disfrutar de sus formaciones.
Descubrir la calidad, blancura y abundancia de las extravagantes formaciones geológicas es una experiencia únicaSi se opta por la visita general, la experiencia, sin ningún tipo de barreras, también tiene como aliciente viajar en un coqueto tren minero que, después de recorrer unos 400 metros, deja al visitante, en la misma cueva. Ya bajo el subsuelo y, a través de una antigua galería minera, se inicia el recorrido, de unos 1.500 metros de longitud, que permite disfrutar de este auténtico paraíso natural.
Si en la galería de los Fantasmas llama la atención la cantidad de blanquecinas estalagmitas y pisolitas emergiendo del suelo que le dan nombre; en la Gorda es la laguna subterránea natural o el color de las estalactitas del techo, cubierto de helictitas de calcita. En la pequeña galería del Falso Suelo son las formaciones rocosas en forma de finos hilos enroscados y en la del Campamento, las coladas teñidas de rojo y blanco. También están las de la Coliflor, El Bosque, Génesis... cada una con sus secretos que esperan pacientemente a ser contempladas con nuevos ojos.
Información y venta anticipada: Tel. 902 82 02 82.
Precios: 25-30 € (visita Turismo-Aventura), 10 € (general).
Horario: Abre todos los días, excepto los lunes entre el 1 de octubre y el 1 de julio.
Web: www.elsoplao.es
Y en el entorno...
La cueva de El Chufín, junto al embalse de La Palombera, en cuyo interior puede admirarse un importante conjunto de pinturas rupestres del paleolítico así como un yacimiento arqueológico de época solutrense. El guarda de Riclones acompaña gratuitamente a visitarlas (Tel. 942 72 74 57.
Dormir
La Casona del Nansa en Puente Arrudo, con amplios jardines; en Camijanes, los apartamentos El Solaz de los Cerezos.
Comer
En Riclones, en Los Picayos; y en Celis, en Casa Jandro.
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