Jornadas de protestas en Grecia contra las medidas de austeridad

Grecia vive a partir de hoy una nueva serie de protestas y paros laborales de distintos gremios como abogados, taxistas y funcionarios públicos, contra las medidas de ajuste previstos por el Gobierno de Atenas.

Los letrados no trabajarán en los próximos tres días como señal de rechazo por la decisión gubernamental de imponer el IVA a sus servicios.

Cientos de vendedores en mercados al aire libre, que suelen ofrecer productos agrícolas, también dejaron de trabajar hoy y protestan delante del Ministerio de Finanzas por las subidas impositivas.

Esos mercados no abrirá tampoco mañana, lo que afectará a las clases sociales más bajas, ya que sus productos suelen ser más baratos que los ofrecidos en los supermercados.

Los taxistas y los funcionarios de los Ayuntamientos no trabajarán mañana, para protestar contra las medidas de ahorro impuestas por el Ejecutivo del primer ministro, Yorgos Papandréu.

No saldrán a las calles durante 48 horas a partir del miércoles los propietarios de taxis, en desacuerdo con la obligación de emitir recibos a los clientes y de declarar todos su ingresos.

Los conductores de autobuses de Grecia no trabajarán el jueves entre las 11.00 y 17.00 hora local (08.00 a 14.00 GMT).

Además, el movimiento de trabajadores del sector privado y público afiliado al partido comunista Pame ha convocado una huelga de 48 horas para los días 21 y 22 de abril en contra de los recortes en los salarios y exigen que el sueldo mínimo sea aumentado de los 740 euros a los 1.400 euros mensuales.

El sindicato mayoritario de funcionarios Adedy también ha convocado para un paro de 24 horas para el día 22 como protesta por los recortes en el sector público.

El gobierno pretende ahorrar 4.800 millones de euros este año y reducir su déficit público que en 2009 llegó al 13 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) al 8,7 por ciento este año y a menos del 3 por ciento hacia 2012.

Los sindicatos temen que la ayuda de 30.000 millones de euros de parte de la zona euro, sumada a unos 15.000 millones del Fondo Monetario Internacional en caso de que Grecia lo solicite, podría significar más recortes y nuevos impuestos.