'Cuando el liderazgo fuerte se ejerce con los débiles, en el fondo lo único que se manifiesta es una prueba de la debilidad de ese liderazgo', proclamó ayer el diputado del PP por Castellón, Juan Costa, en Los Desayunos de TVE. El hermano de Ricardo Costa ex secretario general del PP valenciano a quien el jueves se le expulsó del partido dijo que era 'necesario abrir un proceso de reflexión interna y profunda' en sus filas.

Juan Costa se empleó contra Mariano Rajoy con puño de hierro en guante de seda. 'Creo que muchos españoles se están preguntando si realmente somos una alternativa con el liderazgo suficiente', comentó el dirigente que amagó con disputar a Rajoy la presidencia del partido en el Congreso de Valencia de 2008.

La dirección del PP cree que montar gestoras es 'desproporcionado'

En el PP nadie ha olvidado cómo días antes de aquella cita, en un tenso Comité Ejecutivo Nacional, Costa mantuvo que percibía 'una crisis de ilusión' entre los militantes.

Ayer volvió a denunciarlo con otras palabras. Tenía un mensaje para la dirección del PP y otro para la Comunidad Valenciana. 'Francisco Camps, en esta crisis, no ha estado a la altura de lo que se exige a un líder político. La podría haber gestionado mejor', señaló duramente. Para el ex ministro de Ciencia y Tecnología con Aznar la suspensión de militancia de su hermano ha sido 'injusta'. 'La decisión me sorprendió, afectó personalmente y defraudó', reconoció.

'Uno no sabe si es más leal con el partido, callando o diciendo lo que piensa', dudó. Entre los conservadores hay opiniones para todos los gustos. Hay quienes comprenden que se siente 'dolido' y no ven sus declaraciones 'insultantes'. '¡No creo que le abran un expediente!', bromeó uno de sus compañeros. Aunque hay quien no lo descarta. En ese sentido se ha pronunciado el presidente provincial del PP de Castellón, Carlos Fabra: 'Se ha expresado libremente y, si llega el caso, asumirá las responsabilidades que le correspondan'.

Rajoy da por hecho en Cartagena que repetirá como candidato en 2012

Otros, sin embargo, consideran que se ha 'equivocado'. 'No puede salir cabreado y denunciar que el partido no está a la altura y no es una opción creíble. Si no lo es, en parte, se debe al caso Gürtel, precisamente en lo que está inmerso su hermano', critican.

Pero también hay quien le encuentra 'un fondo de razón' al quejarse por la diferencia de trato que se le ha dispensado a su hermano y a Manuel Cobo, el vicealcalde de Madrid al que antes de 'sentenciar' se va a escuchar en el Comité Nacional de Derechos y Garantías el próximo miércoles día 4.

En el PP se espera con mayor interés el día anterior, fecha en la que Rajoy ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional para dar respuesta a los conflictos internos de su partido. Pero son muchos los miembros de este órgano que no esperan 'grandes novedades'. 'Nada, sinceramente. Creo que se están exagerando las expectativas', señala uno de ellos. A la mayoría le gustaría que se adoptaran medidas contundentes, pero no confían en que ocurra.

Hay diputados que sueñan con que el jefe de la oposición anuncie una gestora en Madrid y otra en Valencia. Algo que para la dirección nacional, a día de hoy, es algo 'desproporcionado y descabellado'. 'Sólo se hace en casos de extrema gravedad, cuando se llega a una situación límite donde no es posible el gobierno', explican. Ayer se filtró que al frente de la madrileña se podría poner a Ana Mato, la vicesecretaria de Organización. El PP lo desmintió categóricamente. 'Una cosa es que se valore en momentos de hartazgo y otra que se lleve a la práctica', confiesan.

Otros creen que a la reunión Rajoy acudirá como mucho con el Código Ético que anunció. Pero desde la sede no saben si va a estar listo para entonces. Por eso hay quien concluye que sólo servirá para 'ganar tiempo' y ver cómo se resuelven los incendios. A lo mejor, dicen unos cuantos, Rajoy se presenta con una remodelación de la Generalitat bajo el brazo o con la presidencia de Rato en Caja Madrid. Pero aunque desde la cúpula se reconoce que este última extremo está 'muy reconducido', creen que no se podrá cerrar definitivamente hasta que la Comunidad de Madrid vea qué ocurre con Cobo.

'El presidente nacional del PP hará un discurso contundente en el que hablará de la lealtad, criticará los personalismos, pondrá orden e invitará a quien quiera hablar a que lo haga', dicen varias personas que rodean a Rajoy. Con ello el líder del PP buscará el apoyo de sus barones y un cierre de filas para afrontar los próximos meses.

En el partido hay quien ha empezado a cuestionar si llegara como candidato a 2012. Rajoy les responde. 'Cuando vuelva a presentarme a las generales lo haré con un programa económico y diciendo la verdad a los españoles', anunció ayer desde Cartagena.