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Juanes canta por la paz entre Cuba y EEUU

Reuters

Por Esteban Israel

Más de medio millón de personas vestidas de blanco inundaron el domingo la Plaza de la Revolución de La Habana para un concierto por la paz con el que el cantante colombiano Juanes pretende acercar a los cubanos de ambas orillas del Estrecho de Florida.

?¡It is time to change! (Es hora de cambiar)?, gritó la merenguera portorriqueña Olga Tañón, una de los 14 invitados de Juanes, al abrir el concierto ?Paz Sin Fronteras?.

El espectáculo fue transmitido en vivo por varias emisoras de televisión de Miami, el bastión de los exiliados cubanos a 370 kilómetros de allí pero hasta ahora a años luz de distancia ideológica.

Pero el presidente estadounidense, Barack Obama, consultado por la cadena Univisión sobre si apoyaba el recital, dijo: ?El Gobierno estadounidense no es promotor de conciertos?.

El show organizado por Juanes con el apoyo de las autoridades comunistas de Cuba enfureció a los exiliados de línea más dura en Miami, donde algunos planean destruir el domingo sus discos con una apisonadora.

?Queremos que, de alguna forma, con el tiempo, las cosas puedan cambiar y la familia cubana sea una sola. Y qué mejor lenguaje que el de la música y la paz para hacer ese llamado de atención?, dijo Juan Esteban ?Juanes? Aristizábal a periodistas durante un ensayo en la tarde del sábado.

El músico de 37 años dijo al diario estatal Juventud Rebelde que la polémica en Miami, donde vive y ha recibido amenazas, era parte de un proceso. ?Lo que ha sucedido es necesario?, dijo.

En Cuba el espectáculo unió por primera vez al Gobierno y los disidentes, incluso un grupo de 30 presos políticos que enviaron su apoyo desde sus calabozos.

Pero el ruido político parecía traer sin cuidado a muchos cubanos, atraídos por el mayor evento no oficial desde la misa que el papa Juan Pablo II celebró hace una década en el mismo lugar ante unas 800.000 personas.

?Esto no tiene nada que ver con el comunismo ni capitalismo. Quien está contra de este concierto, está contra de que los cubanos pasemos un buen rato?, dijo José Antonio Suárez, un pintor de 49 años que durmió en un aparcamiento para asegurarse un buen lugar en la Plaza de la Revolución.

Juanes reclutó para su concierto de cinco horas de duración al cantante español Miguel Bosé, el italiano Jovanotti, al cubano Silvio Rodríguez, los raperos Orishas y la banda de salsa Los Van Van, entre otros.

DIPLOMACIA DEL POP

No está claro qué impacto tendrá su diplomacia del pop sobre Cuba y Estados Unidos, peleados desde la revolución que llevó a Fidel Castro al poder en 1959.

El concierto ?Paz Sin Fronteras? llega en momentos de cierta distensión bajo Obama, que eliminó este año restricciones para que los estadounidenses visiten y manden dinero a sus familiares en Cuba.

Pero el acercamiento de los dos viejos enemigos de la Guerra Fría parece trabado por las demandas recíprocas: Estados Unidos exige mejoras en derechos humanos y Cuba el levantamiento del embargo comercial de casi medio siglo.

Obama mantuvo muy bajas las expectativas en una entrevista transmitida el domingo por Univisión.

?No creo que perjudique las relaciones estadounidenses y cubanas este tipo de intercambios culturales?, dijo.

?Lo que yo quisiera ver es una Cuba que comience a demostrar que quiere alejarse de algunas de las prácticas antidemocráticas del pasado?, añadió.

Juanes, ganador de 17 premios Grammy Latinos, apuesta sin embargo por el poder de la música, una pasión compartida por los cubanos de ambas orillas.

MUSICA BAJO EL SOL

Juanes y sus amigos pagaron de su bolsillo la factura de unos 300.000 dólares del concierto, que se realiza a plena luz del día por falta de presupuesto para importar luces.

Los cubanos tendrán que desafiar el tórrido sol del Caribe. Antes de que arrancara el concierto varias personas se desmayaron y tuvieron que recibir atención médica.

El concierto de Juanes transcurrirá bajo la austera mirada del guerrillero Ernesto ?Che? Guevara, cuyo mural ilustra la fachada de un ministerio a un costado del explanada.

Pero en lugar de las banderas rojas de los desfiles del Día de los Trabajadores, la Plaza de la Revolución fue adornada esta vez con telas blancas, el color de la paz.

?Este concierto es ese granito de arena que se suma a las cosas que vendrán en un futuro. Eso espero yo?, dijo Juanes a Juventud Rebelde.

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