El juez multa con 2.730 euros a los acusados de quemar fotos de los Reyes

La Audiencia Nacional ha condenado a los dos jóvenes acusados de quemar una foto de los Reyes durante una visita del monarca a Girona a una multa de 2.730 euros cada uno, una sanción, ha subrayado el juez, para que aprendan que pueden tener las ideas "que quieran" pero no "atacar" las instituciones del Estado.

El juez central de lo Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, ha considerado que es "más positivo" para los dos acusados, Jaume Roura y Enric Stern, que no ingresen en prisión y que, en su lugar, paguen la multa, que el magistrado ha rebajado a la mitad de lo que solicitaba el fiscal Ignacio Gordillo, por considerar su cuantía "excesiva" para su condición de estudiantes.

El juicio se ha iniciado con cierta controversia ante la falta de un traductor de catalán, que ha solicitado la Defensa pero que ha denegado el juez, quien no lo ha considerado necesario porque ambos conocen "perfectamente el castellano", ha dicho, al tiempo que les ha recordado que en la Comunidad de Madrid no les ampara el derecho a hablar en catalán.

Roura y Stern han respondido en catalán a las preguntas del fiscal y de su abogado, Benet Salellas, lo que ha generado una situación que ha llegado al "absurdo", según el juez, que ha interrumpido la vista diez minutos para resolver este problema lingüístico, problema que incluso se ha ofrecido a resolver una mujer del público.

Durante la vista, los dos han reconocido que quemaron una foto de los Reyes -Stern la roció con alcohol y Roura fue el que procedió a quemarla- y que lo hicieron para protestar de forma "simbólica" por la visita del Rey en Girona para inaugurar el Parque Científico y Tecnológico de la ciudad, el pasado 13 de septiembre, por tratarse de una institución "antidemocrática".

El Ministerio Público, que en sus conclusiones definitivas ha propuesto sustituir su petición inicial de un año y tres meses de prisión para cada uno de ellos por una multa de 5.460 euros, ha considerado que el ánimo de los dos jóvenes era "despreciar y vilipendiar" a la Monarquía, y lo que se ha enjuiciado hoy ha sido ese "desprecio" a la institución, y no las ideas políticas de nadie.

La defensa de los dos independentistas catalanes, que pedirá la nulidad del juicio por haberse celebrado sin la presencia de un traductor catalán, ha insistido en que ninguno de ellos pensaba que estaba incurriendo en un delito contra la Corona.

En la conducta de los dos, ha continuado el letrado en su alegato final, "no hay ningún vestigio" del delito de injurias y "no es posible" mantener que se ha producido tal delito cuando, según ha explicado, no se ha practicado ninguna prueba que permita establecer si los Reyes se sintieron ofendidos por esa acción.

Un argumento que ha desechado Vázquez Honrubia, porque, en su opinión, "es absurdo que se pretenda considerar este delito como personal cuando se trata de un delito contra la institución".