Este artículo se publicó hace 13 años.
El juicio por la muerte de Michael Jackson entra en su fase decisiva
Concluida la selección del jurado, el juicio contra el doctor Conrad Murray por la muerte de Michael Jackson entrará mañana, martes, en su fase decisiva con la presentación de los alegatos iniciales en la Corte Superior del condado de Los Ángeles.
El proceso judicial estará presidido por el magistrado Michael Pastor y tratará de determinar si Murray, de 58 años, cometió un homicidio involuntario al administrar al artista un cóctel de medicamentos señalados por la autopsia como causa del fallecimiento del "rey del pop" el 25 de junio de 2009.
Está previsto que la sesión arranque a las 17.45 GMT entre una gran expectación mediática, y es de prever que también con la presencia entre el público de miembros de la familia Jackson, que ya han acudido a vistas anteriores.
El jurado quedó compuesto por doce personas -siete hombres y cinco mujeres-, entre los que hay un cartero, un contable en paro, un conductor de autobús y un director de programas de televisión.
La mitad de sus componentes son de origen caucásico, cinco tienen raíces hispanas y uno es negro.
Todos declararon estar al tanto de las noticias sobre el final de Jackson y siete de ellos admitieron ser admiradores de su música.
En la exposición inicial de sus argumentos, la fiscalía explicará que durante la investigación realizada tras la muerte del creador de "Thriller" se hallaron pruebas suficientes de que la mala praxis de Murray acabó con la vida de Jackson.
La defensa del médico buscará sembrar dudas sobre la verdadera participación de su cliente en lo sucedido, y todo apunta a que retratará a Michael Jackson como un adicto a los fármacos cuya salud estaba muy deteriorada.
Se cree que los abogados de Murray podrían incluso alegar que el propio cantante se habría tomado la dosis de anestésico propofol que combinada con otros sedantes tuvo el efecto letal.
El doctor se declaró "no culpable" y proclamó ante el juez su inocencia en una sesión preliminar celebrada en enero. Se enfrentaría a una pena de hasta 4 años de cárcel en caso de recibir un fallo desfavorable.
Murray ha reconocido que la jornada en que falleció Jackson le inyectó al "rey del pop" sedantes para ayudarle a combatir el insomnio, entre ellos el calmante de uso hospitalario propofol que, según ha publicado la prensa en EE.UU., el artista consumía de forma habitual.
El médico, sin embargo, explicó que tras administrar los fármacos Jackson estaba vivo y él abandonó la habitación para atender unas llamadas telefónicas.
A su regreso se encontró a Jackson inerme y sin pulso sobre la cama, según su declaración.
Jackson tenía 50 años en el momento de su fallecimiento y estaba en Los Ángeles para los últimos ensayos de los conciertos con los que pensaba reaparecer sobre los escenarios.
Estos conciertos iban a celebrarse en Londres a partir de julio de 2009 y tenían por título "This Is It".
El cantante había contratado a Conrad Murray como su médico personal para que le acompañara al Reino Unido.
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