Un jurado popular declara culpable al acusado de asesinar a su compañero sentimental

Un jurado ha declarado culpable de asesinato a Jesús Gilberto A.N., venezolano de 40 años, por matar a su pareja, Luis Fernando R.R., de 52, al que asfixió con una bolsa de plástico tras suministrarle un fuerte somnífero y después lo arrojó al río Tajo envuelto en una bandera española.

El veredicto del jurado popular se ha emitido esta tarde en la Audiencia de Toledo por mayoría de siete votos contra dos y después de cinco jornadas de juicio oral en las que han estado presentes los hermanos de la víctima, que tras conocer el veredicto rompieron a llorar de la emoción de saber que la persona que había vivido siete años con Luis Fernando era declarado culpable de su asesinato.

Ahora, el magistrado presidente del jurado, Emilio Buceta, deberá emitir la sentencia y fijar la condena que estará entre los veinte años de cárcel que pedía la fiscal por asesinato con agravante de parentesco y los veinticinco que solicitaba la acusación particular, al aplicar la pena máxima, mientras que la defensa pidió la absolución por falta de pruebas.

Además, las acusaciones han pedido que el acusado indemnice con 200.000 euros a la madre de la víctima, y que los otros doscientos mil que corresponderían al padre de Luis Fernando, fallecido durante el procedimiento judicial, se incorporen a la cuantía de la herencia del finado.

Seis meses antes de la muerte de Luis Fernando, éste había declarado heredero universal al acusado, pero, el abogado de la acusación particular ha pedido durante el juicio que Jesús Gilberto sea declarado "indigno" para recibir esa herencia.

Los hechos que han sido juzgados ocurrieron la noche del 20 de septiembre de 2006 en el domicilio que acusado y víctima compartían en la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo, donde le mató por temor a que la víctima anulara la herencia que le había dejado y cambiara el testamento en favor de un joven armenio que el fallecido había conocido meses antes y que iba a venir a España para iniciar una nueva relación sentimental con el finado.

La víctima, militante de 'Alternativa Española', gozaba de una buena posición económica como comercial de la empresa de naipes Fournier, mientras que el acusado ganaba 600 euros como mozo de almacén y tiene una hipoteca de 230 euros de una casa en la localidad toledana de Los Navalmorales, donde vive la familia de su hermano.

Así, la noche del 20 de septiembre de 2006 el acusado le echó una dosis elevada de 'dormodor' en el agua que bebió la víctima durante la cena, en la que comieron pizza condimentada con pimientos (los forenses hallaron restos de comida similares).

Seguidamente y tras dejarle indefenso, casi en estado de coma, por la medicación que le suministró, le ató la cabeza con sendas bolsas de plástico y cinta adhesiva, lo que le provocó la muerte por asfixia.

Tras envolver el cadáver en una bandera de España con el toro de Osborne e introducirlo en un saco de dormir lo traslado en el coche de la víctima y lo arrojó al río Tajo, donde fue descubierto cuatro días después a la altura de la presa de Los Molinos, en el término municipal de Cebolla (Toledo).

Las acusaciones no daban crédito a lo que denominaron "la película" que "se ha montado" durante el juicio el acusado de que Luis Fernando no regresó a casa después de irse unos días de retiro espiritual para reflexionar una vez que el partido político en el que militaba la víctima, 'Alternativa Española' (que se define como católico y patriótico), supieran que era homosexual.