Este artículo se publicó hace 15 años.
Un juzgado investiga el presunto plagio de "Vicky, Cristina, Barcelona"
El juzgado número 2 de Esplugues de Llobregat (Barcelona) investiga un presunto plagio de la película de Woody Allen "Vicky, Cristina, Barcelona" y ha citado a declarar en relación con este asunto al empresario y productor cinematográfico Jaume Roures, propietario de Mediapro.
El escritor Alexis de Vilar presentó el pasado mes de enero una denuncia solicitando una investigación sobre el presunto plagio, argumentando que la oscarizada película de Allen, estrenada en septiembre de 2008, contiene numerosas coincidencias y paralelismos con su novela "Goodbye, Barcelona".
Según el escritor, su novela, escrita en 1987 y registrada ese mismo año, y la película del director norteamericano tienen grandes similitudes en el argumento, en las localizaciones, en los personajes o en la época en la que se desarrollan.
La jueza de Esplugues que instruye la causa citó al escritor el pasado mes y le sometió a una exhaustiva declaración, según fuentes del bufete Miserachs Abogados, que representa al escritor.
Con posterioridad citó a declarar para el día de hoy al productor Jaume Roures, aunque finalmente la declaración se ha aplazado para una próxima fecha.
En función de cómo avance el proceso abierto en el juzgado, los representantes legales del escritor no descartan pedir la citación del propio Woody Allen, que asume el guión de la película "Vicky, Cristina, Barcelona", para que aclare aspectos sobre el proceso de elaboración del mismo.
Según Alexis de Vilar, la novela "Goodbye, Barcelona" estuvo entre las finalistas del Premio Planeta de 1987 y del Plaza & Janés de 1989, y estuvo en manos de varias editoriales españolas y extranjeras, además de algunas productoras cinematográficas, si bien no fue publicada hasta octubre de 2008, después del estreno de la película de Allen.
Los abogados del escritor han presentado un informe con opiniones de algunos guionistas y expertos cinematográficos en el que constatan que, si se ve primero la película y se lee después el libro, se podría llegar al convencimiento de que la novela es una copia del filme.
En definitiva, los asesores legales del escritor consideran que hay "demasiadas coincidencias" para pensar que el parecido entre ambas obras se deba a casualidades del proceso creativo.
Por su parte, un portavoz de la productora Mediapro consultado por Efe declinó hacer comentarios sobre el proceso judicial abierto.
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