Sólo Kaká honra a Brasil

Brasil ya no acaricia el balón una y otra vez hasta conquistarlo y hacerlo suyo. Ahora lo doma a base de secos y precisos zapatazos que sacan a la pelota del césped para hacerla volar por el aire. La tetracampeona del mundo ha cambiado el toque sutil por el golpeo inapelable.

Un seleccionador gris, Dunga, y un grupo de futbolistas cuya media de talento es inferior a la habitual se han juntado en el tiempo para crear un Brasil desconocido. Una selección desangelada, que ayer fue superada por el fútbol moderno y vertical de Egipto. Los campeones africanos sonrojaron al más laureado combinado del universo balompédico precisamente con las armas que han cimentado la leyenda amarilla: toque, apoyos, atrevimiento y fútbol sin complejos.

Y eso que Kaká, un brasileño de los de siempre, iluminó la tarde con un gol de los de antes. Bajó una pelota aérea de Alves, se deshizo de dos defensas mediante sendos mini sombreros con la puntera y colocó el balón por debajo del portero mediante una sutil caricia con el interior de la bota derecha.

Kaká y Elano sustuvieron a la pentacampeona

Egipto no se acobardó. Buscó el empate y, en apenas tres minutos, obtuvo el merecido premio a su refrescante desparpajo. Pero entonces apareció Elano, quizás el compendio del nuevo Brasil. El jugador del Manchester City es un centrocampista de esos que, sin exquisiteces, soportan el peso de sus equipos.

Además, su aportación es fundamental a balón parado. De hecho, el segundo y tercer goles nacieron de sus centros precisos. Las virtudes de la actual canarinha so, en el mejor de los casos, las de Elano: perseverancia, presencia y eficacia. Poco más.

De ahí que los egipcios no tirasen el partido pese a llegar al descanso con dos goles de desventaja. Los faraones regresaron del vestuario como si tal cosa, volvieron a tutear a Brasil y fiaron su suerte a la de Zidan. El delantero del Borussia Dortmund desnudó con estrépito a los defensas brasileños. Les buscó la espalda, abrió espacios y les retrató en sus dos goles, por aire en el primero de cabeza y por tierra en el segundo.

El empate acabó de noquear a Brasil, aturdido y agazapado alrededor de su área. Sólo Kaká intentó responder con intermitentes contragolpes al asedio africano. Hasta que llegó el córner final, el remate de Lucio y el penalti diáfano y desesperado de Al Muhamadi. Todos miraron al nuevo jugador del Madrid. Al ‘10’ con cara de niño bueno que, sin pestañear, tomó la pelota, la posó sobre el punto de cal y la pateó con precisión hacia el poste izquierdo. Como buen brasileño.

Ficha técnica:

4 - Brasil: Julio César, Dani Alves, Lucio, Juan, Kleber (Andre Santos, m.83), Gilberto Silva, Felipe Melo, Elano (Ramires, m.63), Robinho (Alexandre Pato, m.63)), Kaká y Luis Fabiano.

3 - Egipto: El Hadary, Fathi, Ahmed Said, Hany Said, Gomaa, Moawad, Shawky, Ahmed Hassan (Eid, m.51), Abd Rabbou (Al Muhamadi, m.75), Abo Terika y Zidan.

Goles: 1-0, m.5: Kaká. 1-1, m.9: Zidan. 2-1, m.12: Luis Fabiano

3-1, m.37: Juan. 3-2, m.54: Shawky. 3-3, m.55: Zidan. 4-3, m.90: Kaká, de penalti.

Árbitro: Howard Webb ENG). Amonestó al egipcio Moawad. Expulsó con roja directa a Al Muhamadi (m.89) por las manos que propiciaron el penalti que dio el triunfo a Brasil.

Incidencias: partido disputado en el Free State Stadium de Boemfontein ante alrededor de 20.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.