Este artículo se publicó hace 15 años.
Karzai se queda sin mayoría absoluta en Afganistán
El informe de la Comisión de Quejas le obliga a concurrir a una segunda vuelta, que él rechaza
El fraude masivo en las elecciones afganas ya es oficial. Tras dos meses de deliberaciones, la Comisión de Quejas Electorales (ECC), organismo de control respaldado por las Naciones Unidas, ha publicado un informe en el que detalla las pruebas "claras y convincentes" de que se hizo trampa. El resultado de este documento ahonda aún más la grave crisis política que vive el país desde las elecciones presidenciales del 20 de agosto, un marasmo de especial gravedad en un territorio ya de por sí convulso y en plena ofensiva de los talibanes.
El organismo invalida los votos de 210 colegios electorales (de un total de 25.450), la mayoría de los cuales eran favorables a Hamid Karzai, el presidente afgano. Si se extrapolan los resultados de este recuento parcial al total de los votos la Comisión ha pedido que se aplique un "coeficiente de fraude a todos los sufragios el porcentaje de Karzai pasaría del 54,6% al 47-48%, lo que le situaría por debajo del umbral del 50%.
El organismo ha invalidado los resultados de 210 colegios electorales
Este resultado le obliga por ley a participar en una segunda vuelta contra su principal rival, Abdullah Abdullah, algo a lo que Karzai se niega, a pesar de las presiones diplomáticas de los últimos días que le han enfrentado a la comunidad internacional.
Su portavoz, Waheed Omar, ha restado importancia al informe y ha declarado a la cadena de televisión Al Yazira que los resultados deben ser aún corroborados por la Comisión Electoral Independiente (IEC), un organismo favorable a Karzai que presumiblemente no reconocerá el fraude y demorará el anuncio final hasta que las partes negocien una salida consensuada.
Al bloqueo y enemistad entre las dos comisiones electorales se une el enquistamiento de las posiciones de los dos candidatos, a los que el ministro de Asuntos Exteriores frances, Bernard Kouchner, ha instado a negociar.
Abdullah insinúa por primera vez que está dispuesto a entrar al Gobierno
Abdullah reconoció ayer "estar preparado para una segunda vuelta" y negó que haya mantenido ningún contacto con Karzai. Sin embargo, insinuó que está dispuesto a entrar en el Gobierno por primera vez desde los comicios. "Esa puerta está abierta", dijo el candidato durante una entrevista en la CNN, "pero mi objetivo no es obtener una cartera o dos, sino desarrollar el programa de cambios que presenté en mi candidatura".
Karzai se aferra al poderKarzai no está dispuesto a renunciar al porcentaje provisional que le daba la mayoría absoluta y acusa a la comunidad internacional de entrometerse en el proceso electoral afgano.
El duro invierno y el hastío popular hacen difícil otra ronda electoral
La opción de un Gobierno de unidad nacional es una de las opciones favoritas de la comunidad internacional, dado que la segunda vuelta puede resultar una alternativa peligrosa. La participación podría ser ínfima porque se aproxima el invierno y la nieve puede complicar el transporte de las urnas y la afluencia de los votantes a los colegios electorales en zonas remotas.
Además, muy probablemente habrá nuevas amenazas talibanes y aumentará el hastío de la población, que ya se jugó la vida para ir a votar una vez. No se puede descartar tampoco un posible boicot en los bastiones pashtunes del sur favorables a Karzai. A esto se suma la evidencia de que muy difícilmente se podrán evitar nuevos fraudes en un país en el que el censo data de tiempos soviéticos y los carnés electorales falsos se encuentran en el mercado negro por diez dólares la unidad.
Una solución a la afganaEn los próximos días caben varias posibilidades, como que la Comisión Independiente, partidaria de Karzai, presente una apelación ante el Tribunal Constitucional. Si las partes no se ponen de acuerdo, el caso pasaría al Tribunal Supremo, formado por nueve jueces designados a dedo por Karzai.
Otra hipótesis apunta a una solución a la afgana, como es la convocatoria de la Loya Jirga, una asamblea tradicional de notables que decidiría en última instancia.
"Necesitamos tener la seguridad de que existe un Gobierno estable en Kabul"
Cuantos más días pasan sin solución política al fiasco electoral, más inestable se vuelve la situación, puesto que en las provincias los gobernadores y señores de la guerra se posicionan de un lado o del otro, amenazando con manifestarse o sublevarse en el caso de las provincias del norte, bastión de Abdullah, en su día mano derecha del idolatrado comandante Masud.
Entretanto, el secretario general de OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha pedido que se tomen decisiones ya en Afganistán. "Necesitamos tener la seguridad de que existe un Gobierno estable en Kabul con el que podamos comprometernos y que tenga credibilidad ante la población", señaló. Se une así a las presiones de la Casa Blanca, que ha calificado de "irresponsable" enviar tropas a un país en el que no se sabe aún quién va a gobernar.
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