Este artículo se publicó hace 15 años.
Khama, sin oponentes para seguir en la presidencia un nuevo periodo
El presidente de Botsuana, Ian Khama, afronta las elecciones generales este viernes en su país sin oponentes con fuerza para obstaculizar el que siga en la Jefatura del Estado, a la que accedió el año pasado tras la retirada del cargo de su correligionario Festus Mogae.
Si como todo hace suponer su grupo político, el Partido Democrático de Botsuana (BDP), obtiene la mayoría absoluta en el Parlamento, Khama, de 56 años e hijo del primer presidente del país tras la independencia del Reino Unido en 1966, Seretse Khama, seguirá como jefe del Estado.
El gobernante, que también es el jefe supremo de la tribu Bamangwato y el único jefe de Estado mulato de África, ya que su madre era británica, encabeza un partido que, sin sobresaltos, ha mantenido el poder en Botsuana durante los 43 años de independencia.
Nacido en Surrey, en Inglaterra, se graduó en la escuela militar británica de Sandhurst y tiene el grado de teniente general de las Fuerzas de Defensa de Botsuana, aunque dejó la milicia en 1998, cuando ocupó el puesto de vicepresidente con Mogae.
Siguió en el cargo de vicepresidente al ser reelegido Mogae en 1999 y 2004, en 2003 fue elegido presidente de su partido, el BDP, y llegó a la Jefatura del Estado cuando su antecesor se retiró el año pasado.
Ahora, Khama, que es el cuarto presidente de Botsuna, se enfrenta por primera vez, aunque sin adversarios de talla, a unos comicios en los que él es el candidato a gobernante de su partido, en un país en el que no hay comicios presidenciales directos.
La oposición ha reconocido las previsiones de victoria del BDP y de Khama, pero espera que un gran número de jóvenes botsuanos busquen un cambio y la mayoría parlamentaria del partido oficial no sea tan abrumadora como hasta ahora.
Khama ha sido fuertemente criticado por su carrera militar, que le da un carácter autoritario, y algunos opositores apuntan a que por esta razón el actual presidente no está preparado para dirigir un país democrático.
Sin embargo, Khama ha sido uno de los pocos líderes africanos que se ha atrevido a criticar abiertamente la violencia del régimen del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y en pedir que se celebren nuevas elecciones en el país vecino bajo la supervisión de observadores internacionales.
Organizaciones locales e internacionales han criticado la actuación del BDP y del propio Khama respecto a la población bosquimana del Kalahari, discriminada, según estos grupos, para favorecer la extracción de diamantes, la principal riqueza del país.
La dependencia de los diamantes que tiene Botsuana ha llevado a que desde el año pasado la crisis mundial haya afectado al país, pues la venta de este producto suntuario ha caído en el mercado y, de 33 millones exportados el año pasado, se ha pasado a 15 millones previstos para este año.
Los opositores han pedido que se diversifiquen las fuentes de ingresos del país, con especial atención a la agricultura, pero los comentaristas locales consideran que es improbable que Khama haga grandes cambios económicos.
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