Este artículo se publicó hace 18 años.
Koita dice que "Dios nos ha creado íntegras, que los hombres nos dejen tranquilas"
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La presidenta de la Red Europea de lucha contra la mutilación genital femenina, Khady Koita, ha pedido a los hombres que dejen a las mujeres tranquilas porque si Dios las ha creado "íntegras" tienen derecho a gozar de la dignidad y de la integridad física y moral.
En una entrevista con EFE, Koita, que ha recibido el premio de Derechos Humanos que otorga el Consejo General de la Abogacía Española, ha indicado que ha habido muchas mejoras en la erradicación de la ablación del clítoris debido a su ilegalización en todo el continente africano y a que las mujeres han roto el tabú.
Sin embargo ha alertado de que quedan muchas cosas por hacer, ya que es una práctica "ancestral" que se sigue practicando de forma ilegal y sobre todo a niñas desde los tres días de vida a los seis años de edad.
La ablación del clítoris ha perdido el carácter de rito de iniciación en la adolescencia y se ha trasladado a la infancia, debido sobre todo a la presión social que deja a las familias "poco margen de maniobra".
Koita ha explicado que muchas mujeres perpetúan esta práctica a pesar de estar en contra de ella y que cada vez son más los padres "aliados" que se enfrentan a las madres y les impiden que "le hagan eso a su niña".
Para la activista senegalesa, el gran desafío para acabar con la mutilación genital femenina es que se vigile el incumplimiento de la ley y que los hombres se olviden de las mujeres como el otro sexo y empiecen a considerarlas como ciudadanas de pleno derecho.
"En este mundo las cosas cambiarían mucho si los hombres no se consideraran nuestros amos, sino nuestros socios", ha apuntado.
La premiada ha rechazado el "relativismo cultural" europeo de afirmar que hay que respetar la ablación femenina por tratarse de una tradición, cuando ha insistido en que se trata de una infracción de los derechos humanos.
Koita ha criticado que las nuevas generaciones de mujeres europeas no sean conscientes de los derechos conquistados por sus inmediatas antepasadas.
En este sentido ha asegurado que estos derechos pueden retroceder si las mujeres no se mantienen vigilantes y les ha pedido que ayuden a las mujeres de los países pobres a conseguirlos.
Koita ha denunciado que aún en 2007 existan prácticas de reconstrucción del himen o de asesinatos familiares por no aceptar un matrimonio concertado y ha solicitado a las autoridades sanciones ejemplares.
La activista senegalesa, que fue mutilada cuando tenía 7 años de edad y sufrió un matrimonio impuesto a los 13 con un primo hermano, malos tratos y la prohibición de su marido de trabajar fuera de casa o de usar métodos anticonceptivos, salió de Senegal con 14 años y trabaja desde los años 80 para erradicar la ablación.
Preguntada por su trayectoria, ha afirmado que si tuviera que volver a vivir lucharía de nuevo sin dudarlo por los derechos de las mujeres, a pesar de que a veces sufre "desánimo" y lo pasa mal.
"Sin embargo, cuando veo las condiciones de la vida de las mujeres en los países pobres me da una rabia tremenda y me vuelven las ganas de luchar", ha agregado.
La senegalesa afincada en Bruselas ha afirmado que la mujer africana ya habla con voz propia y que su lucha es transmitir, como le enseñaron sus abuelas, que el diálogo es siempre superior a la violencia.
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