Este artículo se publicó hace 13 años.
La lactancia reduciría el riesgo de tener hipertensión: estudio
Por Amy Norton
Un estudio sugiere que lasmadres que amamantan durante el período recomendado tendríanalgo menos de riesgo de desarrollar hipertensión.
El resultado, que surge de una investigación sobreenfermeras de Estados Unidos, no prueba que la lactanciacontrole la presión, pero se suma a las pruebas de que susefectos no beneficiarían sólo a los bebés.
Se recomienda la lactancia materna exclusiva durante losseis primeros meses de vida del bebé y, recién entonces,combinarla con alimentos sólidos hasta el año de vida.
La lactancia protege a los bebés de ciertas enfermedades,como la diarrea y las infecciones del oído medio, pero tambiénhay evidencia de que reduciría el riesgo de que las mujeresdesarrollen algunos problemas de salud, como la diabetes, elcolesterol elevado y la enfermedad cardíaca.
En el nuevo estudio, los autores analizaron la correlaciónentre la lactancia y el riesgo materno de desarrollarhipertensión en unas 56.000 mujeres estadounidenses queparticipan del ensayo Nurses' Health Study II. Todas habíantenido por lo menos un bebé.
En general, las que habían optado por la lactanciaexclusiva durante por lo menos los seis primeros meses de vidadel bebé fueron menos propensas a desarrollar hipertensión en14 años que las que habían elegido utilizar el biberón.
A unas 8.900 mujeres se les diagnosticó hipertensión. Peroesa posibilidad fue un 22 por ciento más alta en las que nohabían amamantado a su primer hijo que en las que sí lo habíanhecho.
Y las mujeres que nunca habían amamantado o lo habían hechodurante tres meses o menos fueron casi un cuarto más propensasa desarrollar hipertensión que las que habían amamantadodurante por lo menos un año. Y todo aún tras considerarfactores como la dieta, el ejercicio y el tabaquismo.
Nada de esto prueba que la lactancia proteja de lahipertensión, según concluyó la autora principal del estudio,doctora Alison M. Stuebe, de la University of North Carolina,en Chapel Hill.
Pero es posible que así sea, dijo Stuebe, ya que estudioscon animales revelaron que la hormona oxitocina, que estáasociada con la lactancia, tiene efectos duraderos en lapresión sanguínea.
Además, se sabe que las mujeres suelen tener reduccionespasajeras de los valores de presión inmediatamente después deamamantar.
Si se comprueba esta protección de la lactancia materna, elequipo de Stuebe estima que el 12 por ciento de los casos dehipertensión en mujeres con hijos podría estar asociado con lalactancia "subóptima".
La autora dijo que "si la relación es causal, eliminar lasbarreras de la lactancia podría marcar una diferencia en lasalud femenina a futuro".
Por ahora, Stuebe señaló que una forma de ayudar a lasmujeres es enseñarles cómo alimentar a sus hijos adecuadamentedesde el hospital.
La Organización Mundial de la Salud promueve que loshospitales tomen ciertas medidas "amigables con los reciénnacidos" que mejoren la lactancia materna, como no alimentarloscon otra comida que no sea la leche de la madre, evitar elchupete y dejar que la madre y el bebé estén juntos las 24horas.
FUENTE: American Journal of Epidemiology, online 12 deoctubre del 2011
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