Este artículo se publicó hace 15 años.
Laporta dirige la historia
En un año, el presidente del Barça ha pasado de estar censurado a conquistar el triplete
El pasado miércoles y 321 días después de superar un voto de censura, el presidente del Barça, Joan Laporta, entró en la historia del club. Bajo su mandato, el equipo que dirige Pep Guardiola ha logrado el primer triplete en los 110 años de vida de la entidad. El Barcelona sumó en Roma su tercera Copa de Europa, un título que el presidente añade a los cinco trofeos mayores que el equipo de fútbol ha conseguidos durante su mandato (en total, tres Ligas, una Copa del Rey y dos Ligas de Campeones). En sus 22 años al frente de el club, Josep Lluís Núñez ostenta el récord de títulos, pero Laporta ha logrado los suyos en mucho menos tiempo (seis años).
Quién diría que no ha pasado ni un año desde que la labor de Laporta como presidente del Barcelona fuera sometida a una moción de censura (la segunda en la historia del club). Laporta superó por los pelos tal contratiempo; los socios le lanzaron entonces una seria advertencia. Algo no iba bien en la entidad: el 60,6% de lo votantes respaldó la moción contra el presidente. Finalmente, y aunque mayoritaria, la cifra era insuficiente para que prosperase, pues los estatutos del club conceden la victoria a partir de un 66,6% de votos recibidos.
La paz social ha vuelto al club con la llegada de Pep al banquilloCrisis de gobiernoUn resultado tan contundente contra su gestión provocó una crisis de gobierno y ocho de los directivos de la junta azulgrana, tres de ellos, vicepresidentes, dimitieron. Laporta no escuchó sus peticiones de que dejara el cargo y continuó al frente del club en lo que mucho vieron un enroque en la silla de mando. "Tengo mandato hasta 2010, según eligieron los socios en su día", se defendía. Tras las dimisiones, Laporta se rodeó de directivos fieles y de ejecutivos de su máxima confianza.
La gestión deportiva es la mejor baza de sus años en el club. Además, con la llegada de Guardiola al banquillo del primer equipo no sólo ha vuelto el mejor fútbol y los trofeos al Camp Nou. El de Santpedor ha conseguido que todos los socios se sientan orgullosos de su equipo y, con ello, una relativa paz social que parece ir más allá del hecho que la pelota entre en la portería. Ya nadie habla de nuñistas, laportistas ni rosellistas y el elogio a Cruyff se acepta sin complejos.
Ya nadie habla de nuñistas, laportistas o rosselistas"Celebremos que la unidad del barcelonismo es inescrutable", conviene Laporta "y construyamos a partir de ahí", solicita ahora el presidente para asegurar una estabilidad longeva del club.
Aconsejado por Txiki Begiristain y con el beneplácito del propio Cruyff, Laporta bendice el día que aceptó que Guardiola comandara el Barça 2008-2009, justo una temporada antes de que acabe su mandato y su periplo como máximo dirigente de la entidad ya que, según los estatutos, un mismo presidente no puede ejercer durante más de dos mandatos. Esta temporada, el protagonismo del presidente ha quedado totalmente eclipsado por el carisma de Pep Guardiola. Laporta ha aparecido menos en público y, cuando lo ha hecho, se ha mostrado respetuoso y prudente; nada que ver con el discurso altivo en el Congreso Mundial de peñas de LHospitalet en abril de 2008.
"No me gustaría estar en la piel de Pep el año que viene", advertía hace unos días Johan Cruyff. "Primero, porque es una temporada con elecciones y luego, porque la mayoría de los jugadores ya habrán ganado mucho", sentenció el técnico holandés.
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