Este artículo se publicó hace 15 años.
Laporta, dispuesto a remodelar la junta con la dimisión de Franquesa de fondo
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, expondrá mañana ante sus compañeros de junta los cambios de funciones que desea introducir en el consejo barcelonista, después de avanzarlos en la reunión de hace unos días de la comisión delegada, de donde trascendió que el mandatario pretende impulsar importantes modificaciones en las vicepresidencias más relevantes.
No obstante, después de la dimisión de anoche de uno de los vicepresidentes, Joan Franquesa, no se descarta que el plan de Laporta no se aplique en toda su extensión, pues ha sido interpretado en la propia junta como un severo castigo a los directivos que no están alineados con el presidente para consensuar una única plataforma que busque la reelección en las elecciones a la presidencia, programadas para la primavera de 2010.
La reunión del consejo barcelonista se realizará mañana en la ciudad francesa de Perpiñán, en donde reside uno de sus miembros, Patrick Auset, atendiendo al carácter itinerante que desde 2003 ha impuesto Laporta a algunos de los encuentros con sus directivos.
A las 10:00 horas, la comitiva barcelonista tiene previsto visitar la sede de la peña azulgrana de Perpiñán, una hora más tarde será recibida en el ayuntamiento de la ciudad y hacia el mediodía (12:30 horas) está programado el inicio de la reunión, en el hotel Pams.
A las 17:00 horas, Joan Laporta atenderá a los medios informativos para explicar el resultado de la reunión, las modificaciones, si ha nombrado un nuevo vicepresidente después de la dimisión de Franquesa (vicepresidente de instituciones y patrimonio) y si cubrirá la vacante. Posteriormente, el mandatario azulgrana partirá hacia Barcelona para asistir a la entrega de los premios Presidente Lluís Companys en el teatro de Sant Medir.
La dimisión de Joan Franquesa, uno de los hombres cercanos a Laporta y con el que compartió estudios universitarios, causó bastante revuelo ayer en el entorno azulgrana, y no por no ser esperada, sino por la situación en la que queda el colectivo que alineado en torno al vicepresidente Jaume Ferrer, pretende impulsar una candidatura continuista en los comicios de 2010, con la que Laporta no comulga.
Desde hace meses, los directivos que creen conveniente que Ferrer sea el hombre fuerte de la junta en las elecciones de 2010 se han encontrado con una resistencia infranqueable en la persona de Joan Laporta, quien no atiende a razones en esta cuestión, ya que pone en duda el liderazgo del propio Ferrer en una batalla electoral.
Por otra parte, Laporta siempre ha contado con dos opciones, la del vocal Xavier Sala i Martín y la del vicepresidente Alfons Godall, para la sucesión, siendo el primero de ellos el que más números tiene en la actualidad, aunque el presidente azulgrana aún no se ha manifestado abiertamente por su apuesta.
En esta lucha de intereses, el grupo de Ferrer ha sido incapaz en estos últimos meses de arrancar una votación en el consejo para elegir al candidato continuista, pues Laporta pretende dilatar al máximo esta elección. Algunos directivos del Barça, consultados por EFE, confirman que durante este periodo hasta que el club se pronuncie, los miembros de la junta que no están alineados con el presidente han ido perdiendo fuerza, confianza e, incluso, han sido perseguidos.
Prueba de ello fue el espionaje que impulsó el director general, Joan Oliver, cuando se conoció hace unas semanas que el máximo ejecutivo del club había ordenado que cuatro de los vicepresidentes, presumiblemente con opciones a liderar el continuismo (Joan Franquesa, Rafael Yuste, Jaume Ferrer y Joan Boix), fuesen seguidos e investigadas sus vidas privadas, supuestamente según Oliver "para protegerlos".
La crisis que generó este hecho elevó la tensión dentro de la junta, que debe culminar con una importante remodelación en el consejo, aunque después de la dimisión de Franquesa, quien presumiblemente iba a perder las funciones encomendadas para pasar a ser el vicepresidente de la Fundación del Barça, los cambios podrían quedar matizados, a la espera del fruto que den las conversaciones en la reunión de mañana.
Lo que sí parece un hecho es que la tesorería del club recaerá en Xavier Sala i Martín, actual vocal y directivo que ha adquirido una importancia vital en el entorno del presidente. La nueva función de Sala i Martín ha despertado muchos recelos y sospechas en algunos miembros de la junta, según ha podido saber EFE, pues entienden que Joan Boix, actual tesorero y vicepresidente económico, es la persona ideal para esta función.
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