Este artículo se publicó hace 16 años.
Leipheimer toma el mando, Valverde, Contador y Sastre en un pañuelo
El estadounidense Levi Leipheimer (Astana), mostró su condición de medallista de bronce en los Juegos de Pekín al imponerse en la contrarreloj de Ciudad Real y vestirse con el maillot oro de líder, un doble golpe en la Vuelta, que salió cargada de emoción para afrontar la montaña pirenaica a partir del sábado, con Valverde, Contador y Sastre en un puñado de segundos.
Leipheimer, de 34 años, demostró en los 42,5 kilómetros de recorrido (un maratón) su etiqueta de favorito y su habilidad a la hora de afrontar una contrarreloj individual. En un esfuerzo dosificado de menos a más, ganó la partida, con un tiempo en meta de 50.57, al francés Sylvain Chavanel (Cofidis) y al italiano Manuel Quinziato (Liquigas), que le siguieron a 12 y 33 segundos respectivamente.
Alberto Contador fue cuarto y primer español, a 49 segundos de su compañero americano, que le volvió a ganar la partida en una cronometrada en menos de un mes. Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne) acabó encantado con la quinta plaza, a 59 segundos y Carlos Sastre (CSC), decimoquinto, se fue a la decimoquinta plaza a 1.30 del ganador.
Los tres tenores del ciclismo español salvaron con buena nota la jornada, una contrarreloj que no se adaptaba a las condiciones de escaladores como Contador y Sastre, ni a un corredor completo como Valverde, que estuvo a su mejor nivel, al mostrado en las cronometradas de la Vuelta a Murcia o Dauphiné, en las que se impuso.
En la llanura manchega no hubo grandes diferencias, como se esperaba, nadie salió escarmentado. Contador metió 10 segundos en la cuenta de Valverde y 41 en la de Sastre, "pecata minuta" con toda la Vuelta por delante, a un paso de los Pirineos, donde el duelo a tres bandas adquirirá tintes más decisivos. Los tres llegarán a la montaña en 59 segundos de margen.
Leipheimer, "muy feliz por una gran victoria", dejó claro que seguirá trabajando duro para Contador. De momento, su quinta victoria de la temporada le llevó hasta la prenda dorada, aunque con poco margen, ya que tiene a Sylvain Chavanel, campeón de Francia contrarreloj, a 2 segundos. Valverde se agarró al tercer escalón provisional, a 30. Contador salió de Ciudad Real quinto a 47 segundos y Carlos Sastre séptimo a 1.27.
El italiano Damiano Cunego volvió a llevarse otro batacazo. Y van... El líder del Lampre cedió 3.52 y se borró de la lista de candidatos. El holandés Robert Gesink (Rabobank), enorme escalador y gran esperanza del ciclismo de su país, salvó los muebles con una demora de 2.08, cerca del español Igor Antón (Euskaltel), que dejó en meta 2.35. Ambos tendrán mucho que hablar en los puertos.
Andreas Kloeden, el alemán del Astana, que también conoce el podio del Tour y principal víctima de la caída de Puertollano, perdió 1.24 minutos y el ucraniano Yaroslav Popovych (Silence) no consiguió borrar el recuerdo de Cadel Evans, el ausente.
En el primer punto de referencia, el kilómetro 14, Valverde sorprendió al resto de gallos de la Vuelta. Fue el mejor de los favoritos, pasó tercero con solo 11 segundos de retraso respecto al italiano Manuel Quinziato, el más destacado con 13.58 minutos. Contador pasó a 19 segundos del murciano y Sastre a 48. Leipheimer aún no había asomado su cabeza rapada entre los primeros, era séptimo a 22 segundos del italiano.
En el kilómetro 28 aún mandaban Quinziato (34.41) y el ruso Ignatiev (Tinkoff), con Leipheimer a 42 segundos, lejos de transmitir su enorme reacción en el último tercio de la contrarreloj. Valverde, con un retraso de 9 segundos sobre el estadounidense, aguantaba a lo grande, hasta el punto de convertirse en líder virtual de la Vuelta. Debía mantener el fuerte ritmo inicial hasta meta para concretar la sorpresa. El campeón de España pasó 15 segundos antes que Contador y un minuto respecto a Sastre.
Emoción que enseguida quedó en agua de borrajas. Valverde, en un tramo final "con mucho viento de cara" fue perdiendo gas, justo lo contrario de Leipheimer, que metió el turbo para entrar como un cohete. Compensó un retraso acumulado de 1.15 minutos respecto a Quinziato, quien se vio vencedor hasta la llegada del americano.
El corredor de Montana, afincado en California, abrió su historial en la Vuelta. Tercero en el Tour de 2007, lo mejor de su palmarés se encuentra en la Dauphiné Liberé de 2006. En Pekín le arrebató el sueño de bronce a Contador. Ahora le promete "al mejor corredor del mundo" toda su colaboración para lograr el oro de la Vuelta. Todo queda en casa.
Mañana se disputa la sexta etapa entre Ciudad Real y Toledo, jornada previo al primer día de descanso en la Vuelta. Un recorrido llano con final complicado y en ligero repecho. Ideal para Valverde.
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