Este artículo se publicó hace 16 años.
Lenta votación en Zimbabue, con pocos incidentes
En un proceso lento y con una ausencia casi total de incidentes graves, los habitantes de Zimbabue votan hoy en unas elecciones generales en las que el presidente Robert Mugabe intenta revalidar su mandato, que se prolonga desde 1980.
La votación comenzó a las 7.00 hora local (05.00 GMT), pero ya desde varias horas antes podían verse colas de electores esperando la apertura de los centros, a los que deben concurrir cerca de seis millones de zimbabuos.
A media jornada, las colas de votantes se movían muy lentamente, aunque no se podían ver filas largas de electores en los centros de votación, de acuerdo con un recorrido hecho por Efe en Harare y en Chitungwiza, unos 30 kilómetros al sur de la capital.
Vecinos de otras zonas del interior del país dijeron telefónicamente a Efe que el panorama se repetía también allí, con electores que tenían que esperar hasta dos horas y media.
Por primera vez en la historia de Zimbabue se celebran simultáneamente elecciones presidenciales, legislativas y municipales y eso está retrasando el proceso de votación.
Por lo general, cada votante usa cerca de un minuto para emitir su voto.
"Estoy aquí para defender la tierra de mi padre, para que no se la den a los blancos", dijo a Efe el joven de raza negra Taurai Ndoro, del barrio capitalino de Avondale.
Mugabe, de 84 años, desarrolló a comienzos de esta década una vasta reforma agraria que implicó expropiar más de tres mil granjas, que pasaron de manos de productores blancos a campesinos negros.
La reforma agraria, sin embargo, fue tan caótica que, unida a otras razones, generó la peor crisis económica que atraviesa el país en toda su historia, con una inflación del 100.000 por ciento y un desempleo de cerca del 80 por ciento.
"Quiero votar porque en los últimos cinco años he estado desempleado, y quiero un partido que pueda generar empleo", comentó, por su parte, Moses Dong, de 29 años.
La vendedora Betty Gwae, de 51 años, manifestó que ejercía su voto para poder criar a sus hijos. "Quiero votar por un partido que provea alimentos y una vivienda para mi familia", señaló.
Las elecciones se producen en medio de temores de la oposición de que, al igual que ha ocurrido en los comicios presidenciales del 2002 y en los legislativos del 2005, el régimen de Mugabe intentará manipular el resultado en favor del partido gobernante.
Pero, al votar hoy, Mugabe negó tal posibilidad. "No podría dormir con mi conciencia si se manipularan las elecciones", declaró el gobernante a los periodistas.
"Nosotros no amañamos elecciones", insistió. "¿Por qué deberíamos hacerlo? La gente nos está apoyando", dijo el jefe de Estado.
Según Mugabe, "en el mismo momento que pierdes el apoyo popular, es cuando debes abandonar la política".
Mugabe, que en declaraciones anteriores ha prometido estar en el poder hasta que cumpla los cien años, se mostró seguro de que alcanzará su victoria hoy sin necesidad de recurrir a una segunda ronda electoral.
A Mugabe le desafían en las urnas el líder del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), Morgan Tsvangirai, de 56 años, y el candidato independiente y ex ministro de Finanzas, Simba Makoni, de 58.
Tsvangirai también se mostró confiado de su victoria "a pesar de los intentos del régimen de trastornar la voluntad de la gente", según dijo a los periodistas tras depositar su voto.
Tsvangirai lamentó que el padrón electoral, que no se ha hecho público hasta última hora, tenga "un millón de votantes fantasmas". "Aunque gane el MDC, aún así las elecciones no podrán ser consideradas como libres ni justas", insistió.
El régimen de Mugabe ha invitado sólo a países amigos para enviar observadores. No han podido hacerse presente la Unión Europea ni Estados Unidos, que suelen mandar misiones electorales a los comicios africanos.
También hay una fuerte limitación en las acreditaciones de periodistas extranjeros, ya que centenares de solicitudes han sido rechazadas por el Gobierno de Harare.
Una encuesta publicada en la víspera de los comicios por el diario gubernamental "The Herald" otorga a Mugabe entre el 56 y el 57 por ciento de las preferencias electorales, suficientes para proclamarse vencedor en la primera vuelta.
El sondeo fue hecho por la Universidad de Zimbabue y dirigida por un profesor próximo al Gobierno. Analistas políticos creen que los datos fueron difundidos para preparar a la población de Zimbabue sobre la victoria del gobernante.
Las Fuerzas de Defensa y de Seguridad están en estado de alerta, y sus comandantes han dejado claro su apoyo a Mugabe, lo que ha despertado mayor preocupación en la oposición.
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