Este artículo se publicó hace 13 años.
Leyes EEUU obstaculizan las decisiones sobre el final de la vida
Por Amy Norton
Las leyes de Estados Unidossobre la planificación por adelantado de la atención médicadeseada para el final de la vida crean muchas barreras en lapráctica.
Un estudio sobre las leyes de directivas médicas poradelantado en todos los estados del país reveló que losdocumentos utilizados están escritos en un lenguaje legal queel estadounidense promedio no comprende y que la mayoría de losestados posee restricciones que dificultan el proceso.
El estudio surge mientras el Congreso debate el futuro dela reforma de salud en medio de rumores sobre "paneles de lamuerte" que determinarían qué personas recibirán atención alfinal de la vida.
Los más afectados por las leyes vigentes son las personassin educación formal y los internados en hogares de cuidados uotras instituciones sin familiares o amigos, según publicaAnnals of Internal Medicine.
Las directivas médicas por adelantado son documentoslegales que permiten adelantar qué atención se desearía recibiral final de la vida en caso de que una enfermedad impida tomaresas decisiones.
Un ejemplo es el "testamento en vida", donde se describenlas medidas que una persona desea o no que se utilicen paraprolongar su vida: si quiere que utilicen respirador si nopuede respirar o si desea que los médicos realicen maniobras deresucitación si el corazón se detiene.
En el 2007, una encuesta de Harris había revelado que dosde cada cinco estadounidenses realizaron ese testamento.
Otro tipo de directiva es el poder médico, por el que sedesigna un apoderado para que tome esas decisiones médicas sila enfermedad impide hacerlo.
En Estados Unidos, cada estado tiene sus leyes, pero hayuna tendencia a crear obstáculos que desalientan el uso de lasdirectivas.
El equipo de Rebecca L. Sudore, de la University ofCalifornia en San Francisco, halló que los documentos de lasdirectivas estaban escritos para un nivel de lectura por encimadel duodécimo grado, cuando el 40 por ciento de la poblacióntiene un nivel de lectura de octavo grado.
Otro obstáculo es que la mayoría de los estados no aceptanlas directivas orales y exigen el uso de documentos por escritocon la firma certificada por un escribano. Esto, según losautores, es demasiado restrictivo para las personas socialmenteaisladas, como muchos adultos mayores.
Otro problema para esas personas es la prohibición de quemédicos y trabajadores sociales actúen como apoderados médicos.Para algunos pacientes con enfermedades terminales, ellosserían las únicas personas de confianza en sus vidas.
Según los autores, la solución sería que los estadosacepten las directivas orales, eliminen el requisito delescribano o el testigo y flexibilicen las restricciones sobrequién puede ser apoderado médico.
Opinan también que las parejas de hecho y del mismo sexoreciban el mismo estatus legal que los esposos. Es decir, quese transformen en apoderados "de hecho" cuando la persona noeligió uno. En 40 estados, eso no está permitido.
El doctor Arthur L. Caplan, director del Centro de Bioéticade la University of Pennsylvania en Filadelfia, coincidió conesos cambios.
"Pero creo que, en parte, serán sólo deseos. En cuanto alas directivas orales, muchos estados ya lo debatieron ysimplemente dijeron 'No'. De modo que es probable que no lovayan a modificar", dijo Caplan, que no participó del estudio.
El experto aseguró que lo mismo ocurrió con laconsideración de las parejas de hecho o del mismo sexo.
Caplan elogió el estudio, pero agregó: "No creo que seanlos principales obstáculos. El problema más importante es quela gente no quiere dar estas directivas por adelantado: damiedo planificar la muerte". Y comentó que un 30 por ciento delos estadounidenses hizo un testamento en vida.
Hace un mes, la administración Obama anunció que Medicarereembolsaría el tiempo que los médicos dedicarían en asesorar alos pacientes sobre la planificación del final de la vidadurante la consulta de control anual de rutina.
Pero rápidamente dio marcha atrás con la decisión pormotivos de procedimiento. La nueva norma no se había sometido adebate público, pero los opositores señalaron motivospolíticos.
FUENTE: Annals of Internal Medicine, online 17 de enero del2011
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