LG Display registra un beneficio récord en el tercer trimestre

El fabricante de pantallas de cristal líquido LG Display, número dos del mundo, ofreció una perspectiva optimista tras anunciar unos beneficios récord por los precios más altos, y aseguró que la ralentización de la industria sería más suave de lo previsto.

El próximo bache estacional, a partir de finales de 2009, parece que pesará en los beneficios de un sector cíclico hasta el primer trimestre del próximo año, pero podría ser más suave que en años anteriores, gracias a que los inventarios bajos y las expectativas de los fabricantes limitarán la producción.

"No creo que los precios se hundan en los próximos trimestres tanto como teme el mercado", dijo James Kim, analista de Nomura Securities.

"La demanda parece ser más fuerte de lo esperado, dada la ola compradora de China durante las últimas vacaciones y la visión optimista de Intel", añadió.

La industria del LCD se las ha apañado para recuperarse rápidamente de una ralentización severa a finales de 2008, principalmente por la popularidad de los televisores de pantalla plana, mientras que la escasez de producción del cristal ha acelerado un rebote en los precios de las pantallas.

Sin embargo, los precios del LCD han seguido una tendencia a la baja desde finales de septiembre.

LG Display compite con el líder del sector, la surcoreana Samsung Electronics, y con la taiwanesa AU Optronics.

"El exceso de oferta en esta ocasión será menos grave en lo que a profundidad se refiere que el año pasado", dijo el responsable financiero de LG Display James Jeong en una cumbre de inversores, en referencia a la profunda ralentización que afectó a la industria el año pasado.

LG Display registró un beneficio operativo récord de 904.000 millones de wones (unos 532 millones de euros) de julio a septiembre gracias a que una mejora de la demanda y una escasez de materias primas hicieron subir los precios de los televisores y las pantallas de ordenador.

Anunció un margen de EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) que saltó al 28 por ciento desde el 19 por ciento del segundo trimestre.