Las autoridades libanesas condenaron hoy de modo unánime el atentado contra una patrulla de cascos azules franceses y advirtieron de los intentos por desestabilizar el sur del Líbano y forzar la salida de las tropas internacionales.

El presidente Michel Suleiman dijo que el atentado, en el que resultaron heridos cinco soldados franceses y un civil libanés, constituye "un medio de presión contra la FINUL (Fuerza Interina de las Naciones Unidas) para obligarla a retirarse y abrir la vía a las actividades terroristas".

"Francia no se someterá a esas presiones y provocaciones después de lo que ha sacrificado por la paz en el Líbano y en el mundo", agregó en un comunicado.

Suleiman explicó que ha dado instrucciones a las instancias competentes para que detengan a los agresores y garanticen que "tales acciones terroristas no se repetirán".

El ataque tuvo lugar cerca de la ciudad meridional de Tiro, donde estalló un artefacto explosivo colocado en un contenedor de basura al paso de una patrulla del contingente francés, integrado en la FINUL.

También se unió a la condena el primer ministro, Nayib Mikati, quien afirmó que "esos crímenes atentan no solo contra la FINUL sino también contra los ciudadanos libaneses que tienen relaciones amistosas con las fuerzas internacionales".

Por su parte, el grupo chií Hizbulá denunció que el atentado tiene el objetivo de desestabilizar el Líbano, sobre todo el sur del país, donde la FINUL está desplegada en el sur del Líbano para garantizar la retirada israelí y restablecer la paz.

De la misma opinión se mostró el jefe del Parlamento, Nabih Berri, quien afirmó que este ataque pretende convertir el sur del país en "área de disturbios y caos" y "solo beneficia a Israel".

"Israel desea que se vacíe el sur de testigos internacionales, es por ello que comete esos crímenes y agresiones", dijo en un comunicado, en el que instó a la población del sur a "tener cuidado ya que intentan perturbar la zona".

El pasado 6 de octubre, el coordinador especial de Naciones Unidas para Líbano, Michael Williams, alertó de la existencia de nuevas amenazas de ataques contra la FINUL, después de que en julio una explosión causara heridas a seis cascos azules franceses y dos meses antes a seis italianos.