Este artículo se publicó hace 15 años.
Liberados 27 rumanos explotados por compatriotas como si fueran esclavos
Agentes de la Policía Nacional han liberado en la localidad valenciana de Faura a 27 ciudadanos rumanos que eran explotados por una banda de compatriotas que los mantenían hacinados en pisos y que los trataban como si fueran esclavos.
Según ha informado la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, en esta operación han sido detenidas diecinueve personas, ocho en Faura y once en Barcelona.
Las víctimas eran captadas en Rumanía con falsas promesas de trabajo, después eran obligadas a trabajar en España, sin remuneración, y cuando no tenían trabajo eran obligados a ejercer la mendicidad en mercadillos de distintas localidades de Castellón.
Entre los liberados, que vivían en condiciones infrahumanas en dos pisos, había un menor de edad que también era obligado a trabajar en el campo o a pedir dinero en la calle.
Tenían que dormir en el suelo con escasas medidas higiénicas y a pesar de que las viviendas no estaban cerradas con llave, no escapaban por miedo a represalias y debido a las graves amenazas a que eran sometidos.
Según han informado a Efe fuentes policiales, en el momento de la liberación los agentes se encontraron con un "panorama desolador", dadas las condiciones de vida de los rumanos que se encontraban hacinados y en pésimas condiciones.
Los agentes han practicado cuatro registros en los que se han intervenido diversos efectos y documentación.
La investigación comenzó tras una denuncia presentada por dos súbditos rumanos en Alicante en la que manifestaban que se encontraban retenidos contra su voluntad en una finca hortofrutícola de Faura.
Retenidos junto a otras treinta personas de la misma nacionalidad, eran obligados a realizar trabajos de todo tipo, fundamentalmente en el campo, durante doce horas al día.
Las víctimas afirmaron que habían llegado desde su país engañados con promesas de trabajo por parte de un compatriota que residía en Barcelona.
Viajaron hasta España en autobús y, una vez en aquí, comprobaron que esas promesas eran falsas y que, además de obligarles a trabajar contra su voluntad, eran privados de libertad.
Las víctimas manifestaron incluso que alguno de los captores que vivía con ellos llegó a separar a las mujeres de sus maridos y las obligó a mantener relaciones sexuales no consentidas, así como a vender a menores de edad a diferentes redes de prostitución.
Los investigadores localizaron los pisos donde residían los integrantes del grupo, dos en Barcelona y dos Valencia, y procedieron al arresto de diecinueve personas.
A los arrestados se le imputa, entre otros y según los casos, los delitos de asociación ilícita, detención ilegal, agresión sexual y contra el derecho de los trabajadores.
La operación ha sido desarrollada por agentes de la UCRIF de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y las UCRIF de Barcelona, Valencia y Alicante.
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