Libertad para Millet y su mano derecha por el presunto desfalco del Palau

El juez que investiga el desvío de fondos del Palua de la Música ha dejado en libertad con cargos a los imputados Fèlix Millet y Jordi Montull. La decisión contradice la opinión del fiscal y las acusaciones particulares, tras una declaración en que ambos se han responsabilizado mutuamente de la gestión fraudulenta.

En medio de una expectación insólita en la Ciudad de la Justicia, los que fueran presidente y director administrativo del Palau han declarado durante algo más de una hora cada uno ante el titular del juzgado de instrucción número 30 de Barcelona.

En la vistilla posterior a la declaración, la Fiscalía ha pedido prisión sin fianza para los imputados, a lo que se han adherido las acusaciones ejercidas por la Fundació Orfeó Català y por el Consorcio del Palau de la Música, alegando el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.

El ministerio público ha argumentado, además, que el riesgo de fuga es elevado por los "elevados recursos" de que disponen los querellados, algunos de ellos en el extranjero, y el "escaso arraigo social y laboral" de Millet y Montull, debido al reproche que ha suscitado en la sociedad su fraudulenta gestión al frente de una institución tan "singular" como es el Palau de la Música.

Sin embargo, el juez no ha apreciado la existencia de esos riesgos y ha acordado dejarlos en libertad, imputados por los delitos continuados de apropiación indebida, malversación y falsifiación documental, con la retirada del pasaporte y la prohibición de abandonar el país.

En su declaración, a puerta cerrada, el ex presidente Félix Millet y su mano derecha Jordi Montull han ratificado la carta de confesión que remitieron al juez el pasado mes de septiembre, en la que admitían haber desviado 3,3 millones de euros.

Los dos acusados se han desvinculado de las operaciones en las que se produjo el desvío de los fondos del Palau

Los imputados, que han contestado a las preguntas de todas las acusaciones, han ampliado los detalles de ese desvío de fondos, que aseguran destinaron a obras de reforma en sus viviendas y a viajes familiares.

Ambos se han desvinculado de las operaciones en las que, según la Fiscalía, se produjo el desvío de los fondos del Palau, nutrido en su mayor parte de subvenciones públicas, y se han responsabilizado mutuamente de las mismas.

Así, mientras Millet ha afirmado que él no intervenía en esas decisiones, y que sólo firmaba las operaciones económicas, Montull se ha escudado en que se limitaba a obedecer las órdenes de su superior.

Los imputados han tratado de exculpar de la administración fraudulenta del Palau a sus familiares, con quien comparten algunas sociedades y algunos de los cuales están relacionados con la gestión de la institución cultural.

En ese sentido, Montull ha insistido en que su hija Gemma, que era directora financiera del Palau de la Música, no ocupaba más que un cargo simbólico en la entidad, ya que era él quien tomaba todas las decisiones en ese ámbito.

En un interrogatorio que el juez ha circunscrito sólo a los hechos sucedidos en el año 2003 y a la carta de confesión de los imputados, Millet y Montull se han remitido al informe pericial que están elaborando los técnicos de la Agencia Tributaria sobre el desvío de fondos en las distintas ocasiones en que se les ha preguntado sobre operaciones irregulares.

Los imputados, que han evitado dar nombres de personas que puedan tener alguna relación con el desvío de fondos, han justificado que manejaran dinero en metálico de los fondos del Palau en la necesidad de pagar las dietas de los coros del Orfeó y de los hoteles donde éstos se alojaban en el extranjero.

Los abogados de Millet y Montull, Pau Molins y Jordi Pina, han explicado en rueda de prensa posterior a la declaración de sus defendidos que hoy mismo entregarán los pasaportes, tal y como ha ordenado el juez.

Sus letrados han insistido en argumentar que la actitud de Millet y Montull a la hora de realizar pagos en efectivo fue una "práctica equivocada", pero han añadido que una parte de la misma se destinó a atender las actividades musicales del Palau.