Este artículo se publicó hace 17 años.
El libro de las "1.080 recetas" de Simone Ortega se globaliza
Tras 35 años de ventas millonarias en castellano, el libro de "1.080 recetas" de Simone Ortega, considerado la "biblia" de la cocina española, inicia la conquista del mundo en inglés y, en 2008, en francés, alemán e italiano.
Pese a mantener el título original por razones de mercadotecnia, la nueva edición del "best-seller" de Alianza Editorial que la editorial Phaidon lanza ahora en inglés en el Reino Unido, Estados Unidos y Australia es "un libro renovado, revisado y puesto al día, con los gustos un poquito más actuales", según su coautora, Inés Ortega.
La hija de Simone Ortega hizo especial hincapié en que "no es exactamente el mismo libro. Hemos añadido entre 250 y 300 recetas diferentes, hemos quitado otras y hemos cambiado un poco el montaje del libro", que ha sido ilustrado por el polifacético diseñador valenciano Javier Mariscal y el fotógrafo Jason Lowe.
El criterio para eliminar recetas y reconvertir otras ha sido fundamentalmente la dietética, y así se han suprimido o revisado las que tenían muchas grasas, al tiempo que se han incluido innovaciones como salsas a base de pomelo, explica Inés Ortega a Efe.
Con este primer paso hacia la globalización del clásico que escribió su madre, Inés Ortega espera que los anglosajones aprendan "a cocinar y comer cosas más ricas, que encuentren otros gustos".
Un gran atractivo que hará que el libro entre por los ojos de los amantes de la cocina española es el medio millar de dibujos "fantásticos" de Mariscal, destaca.
El diseñador "ha sabido recoger un poco la idea de un libro de dieta mediterránea, dándole un poco de la alegría del Mediterráneo en los colores. Eso para la gente del Norte o de sitios más fríos le va a dar un poco de calor del Sur", según Inés.
En la nueva versión, cuya edición en español está prevista para el primer trimestre del año próximo y en las Navidades de 2008 en francés, alemán e italiano, se incluye como novedad un apartado de tapas y las recetas del turrón de Jijona, de la tarta de Santiago o de cómo marinar aceitunas, entre otras.
No está, por contra, la forma de hacer boquerones en vinagre, pero sí el pulpo, añade Inés, un tanto perpleja por la "especie de histeria" que en los últimos tiempos planea sobre las cuestiones alimentarias: "Nos estamos volviendo más maniáticos, incluso exageradamente maniáticos porque toda la vida se ha guisado y no se morían nuestros abuelos y nuestros padres".
Prologado por el "chef" catalán Ferran Adriá, cuya "genialidad" aplauden Simone e Inés, el "1.080 Recipes" de Phaidon incluye un apartado con recetas de cocineros españoles de reconocido prestigio con restaurantes abiertos en Londres o en Estados Unidos, como Carme Ruscalleda, José Andrés, José Manuel Pizarro o Santi Santamaria.
El denominador común de todos ellos es que, pese a representar la nueva cocina española, montan sus creaciones sobre la base de la gastronomía tradicional, algo venerado por madre e hija.
Para Inés las propuestas culinarias de los imitadores de Adriá son "cantamañanadas", mientras que asegura que a su madre la nueva ola de "espumas, hidrógenos y tal no le gusta nada".
Como Adriá, del que es "muy amiga", para Simone Ortega su cocina era una "especie de laboratorio".
"Mi madre siempre tuvo la suerte de tener una cocinera en casa. Ella cocinó todos los platos del '1.080'. Algunas recetas las probó hasta tres veces hasta dejarlas a punto", señala Inés, quien al igual que su madre debutó en la edición espoleada por su marido.
"Tú que cocinas tan bien, ¿por qué no haces un libro con todas tus recetas?", le dijo José Ortega Spottorno (fundador de Alianza Editorial y del diario El País) a Simone, según su hija.
Simone, que nació hace 88 años en Barcelona, donde su padre, un alsaciano, abrió una fábrica, aprendió a cocinar con las recetas que su abuela materna, una borgoñona, había recopilado en cuadernos, que ahora atesora Inés, divertida por haber pasado de ser "la nieta de" (el filósofo José Ortega y Gasset) a la "hija de" Simone Ortega.
Muy delgada y elegante, su madre ya no cocina por impedimentos de la edad pero "come como una lima" y espera que se la recuerde como alguien que influyó positivamente en la vida cotidiana de la gente.
"La comida une mucho. Si cuando vuelves a casa te espera un plato rico, tienes más ganas de volver. Es normal", apunta Inés Ortega.
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