Este artículo se publicó hace 15 años.
"El libro en papel se quedará en fetiche"
Escritor. Cierra su trilogía sobre la II Guerra Mundial con 'Los demonios de Berlín' (Alfaguara)
Ignacio del Valle (Oviedo, 1971) tiene dos obsesiones: la II Guerra Mundial y las redes sociales. La primera ha quedado saciada con la trilogía que ahora cierra con Los demonios de Berlín (Alfaguara), en la que se narra la caída de la capital alemana en 1945. La segunda la alimenta cada día con su perfil en Facebook, myspace y su página web.
¿De dónde surge la obsesión por la II Guerra Mundial?
Me parece el acontecimiento histórico más importante de los últimos 500 años. Es un tiempo fascinante, porque es un periodo terminal de la historia en el que acaba un mundo y empieza otro. Es alucinante cómo en medio de la ruinas de Berlín se configura el mundo actual.
¿Cómo se documentó para retratar ese Berlín devastado de 1945?
En Berlín hay una energía especial. Todo el dolor, el caos la frustración que se vivió en aquellos quince días durante el asedio, toma, y caída de Berlín se ve en cada cicatriz de los edificios. Para documentarme localicé allí los santos lugares del nazismo.
¿Berlín ha mantenido su memoria?
¡Últimamente! Pero los sitios están pobremente marcados.La cancillería son viviendas.
El protagonista de su novela es un soldado español de la División Azul. ¿En qué posición coloca esta sección militar?
Lo suyo fue una gesta militar, como Lepanto. El problema de la División Azul es que al franquismo no interesaba porque era el apoyo de España al Reich. Y después de Franco tampoco interesaba porque era algo de la época franquista.
Usted también está obsesionado con las redes sociales. ¿No le parecen una pérdida de intimidad?
A mí me encanta sacarme fotos a mí mismo porque sé que eso dentro de 50 años será un documento. Y de alguna manera es la única forma de inmortalidad que hay.
¿La literatura no?
La inmortalidad como tal no existe. Es un autoengaño. Y escribes, pero es una manera de estar en el mundo.
¿Qué le va a aportar al escritor la era digital?
Si te adaptas, mucha más visibilidad y contacto con el lector. Ha pasado ya la época de los gurús y en la que una persona decidía lo que se debía leer.
¿Así que leerá e-books?
Claro, si es que eso está ahí mismo. Pero no pasa nada porque el libro como soporte no es importante. Yo creo que el libro se quedará como fetiche e irá despareciendo poco a poco. Como le ocurrió al vinilo y le ocurrirá al cedé.
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