Este artículo se publicó hace 13 años.
El líder de la oposición lusa asegura que "nunca" bloquearía el rescate
El líder de la oposición en Portugal, Pedro Passos Coelho, subrayó hoy que "nunca" aceptaría bloquear el rescate financiero solicitado a Bruselas y el FMI debido a la situación de "emergencia absoluta" que atraviesa su país.
En declaraciones a la emisora lusa de radio TSF, Passos Coelho reconoció que su petición original de conseguir una ayuda "puente" para cumplir con los compromisos más urgentes que debe afrontar Portugal hasta junio y dejar para después de las elecciones la negociación de las reformas de calado ya "no es posible".
"Un programa puente habría sido lo más deseable porque el próximo Gobierno no va a ser el mismo que ahora", incidió.
En opinión del presidente del Partido Social Demócrata (PSD, de centro-derecha), esta opción no es factible debido a que el Gobierno tardó demasiado en pedir la ayuda externa, lo que ha dejado al país "con un margen muy estrecho" para poder negociar y disponer de "más flexibilidad".
"Portugal precisa desesperadamente del rescate", destacó Passos Coelho.
La solicitud de una "ayuda puente" también fue defendida la semana pasada por el jefe del Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva (figura histórica del PSD), quien pidió a las instituciones internacionales "imaginación" para idear una solución que respetara la decisión soberana de los ciudadanos en las urnas, ante las que están convocados para el próximo 5 de junio.
Passos Coelho también saludó la reunión que mantuvieron a primera hora de hoy representantes de su partido con el equipo enviado a Lisboa por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"No dejaremos de intentar negociar con esta troika para transmitirle nuestra opinión de que las medidas de austeridad tienen que continuar, pero no dirigirse hacia las personas, sino al Estado, y que necesitamos apostar por el crecimiento de la economía y el empleo", resaltó.
En este encuentro, el PSD le transmitió a Bruselas y al FMI "su diagnóstico de la situación" y algunas "líneas de actuación para el futuro", según Passos Coelho, quien afirmó que la discusión sobre las medidas "concretas" que deben inscribirse en el programa de ajuste macroeconómico puede demorarse hasta la semana que viene.
Precisamente en este programa figurarán las reformas a las que se debe comprometer Portugal a cambio de recibir la ayuda externa, y que puede suponer una inyección de unos 80.000 millones de euros para los próximos tres años.
El líder del PSD y candidato a los próximos comicios volvió a acusar al Ejecutivo socialista de falta de transparencia con el estado real de las cuentas del país, y recordó que la situación de Portugal es más grave que la dibujada en el último plan de austeridad elaborado por el Gobierno.
El rechazo a este programa con el voto en contra de todos los grupos de la oposición, de derecha a izquierda del Parlamento, precipitó la dimisión del primer ministro, José Sócrates, quien sólo quince días después anunció oficialmente que el país solicitaba la ayuda externa, tal y como hicieron en 2010 Grecia e Irlanda.
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