Representantes de las principales ligas deportivas de España coincidieron en que la actual Ley del Deporte necesita una urgente renovación porque está obsoleta y que en la próxima ley será fundamental que se establezca el derecho de las ligas a obtener la plena competencia sobre su producto deportivo.

"No puede haber deporte profesional si las ligas y las empresas que son los clubes no controlan aspectos tan básicos como los horarios de los partidos, la tramitación de las licencias o el arbitraje", coincidieron los representantes de las ligas, que esperan una nueva Ley del Deporte tras las próximas elecciones generales.

Estos puntos de vista se expusieron en el transcurso de unas jornadas sobre ligas profesionales organizada por el máster de Gestión Deportiva de la Universidad Politécnica de Valencia.

Los ponentes fueron José Luis Astiazarán, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Ricard Hijós, secretario general de la Liga Asobal, Rafael Recio, responsable de relaciones institucionales de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), y Josep Seneslpleda, director general de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB).

"No es posible que un club contrate a un deportista profesional y no pueda tramitar su licencia porque es viernes por la tarde", explicó Senelspeda al ilustrar algunas situaciones que se habían producido en alguna de las disciplinas deportivas cuyas ligas estaban representadas en la sesión.

"Cambiar la actual Ley del Deporte de 1990 es fundamental para el futuro", insistieron reiteradamente los participantes en la reunión, que coincidieron en que el partido que gane las elecciones del 9 de marzo, deberá abordar el asunto de la ley y el de las transmisiones deportivas, sobre todo en el entorno del fútbol.

Astiazarán afirmó que el deporte profesional avanza a una velocidad y los aspectos legales a otra mucho más reducida. "Es necesaria una nueva ordenación jurídica que contemple la actual realidad nacional del deporte, pero también la internacional", indicó.

"La ley no nos sirve", señaló Hijós en representación de la Liga Asobal, mientras que Recio insistió en que los dos partidos con más posibilidades de ganar las elecciones contemplan este asunto como una cuestión preferente.

A su vez, Senespleda consideró que debe haber una nueva regulación del deporte en España porque las ligas profesionales necesitan "la autonomía que se merecen, sin la presencia de factores que le limiten".

Tanto Hijós como Recio recordaron que las de fútbol-sala y balonmano no son ligas profesionales como ocurre en el baloncesto o el fútbol porque no han tenido la oportunidad de serlo ya que el Consejo Superior de Deportes no les ha concedido esa clasificación, aunque reconocieron que convertirse en ligas profesionales no sería beneficioso para sus respectivos deportes.

Hijós consideró en que si una futura ley obligara a los clubes de balonmano a transformarse en sociedades anónimas deportivas, desaparecerían el cincuenta por ciento de los clubes de la Liga Asobal y Recio señaló que en el fútbol-sala de elite ocurriría lo mismo.

A su vez, los asistentes a la reunión confirmaron que nunca se habían planteado la posibilidad de cerrar sus ligas y competir sin ascensos y descensos y sólo el representante de la ACB afirmó que en el congreso celebrado en Alicante ante del pasado campeonato de Europa de selecciones, se trató el asunto.

"Se planteó desde la óptica del riesgo empresarial que puede suponer el cambiar de categoría deportiva, pero no desde el aspecto específico de los ascensos y descensos", dijo.

Todas las ligas coincidieron en que mantienen una "muy buena" relación con las instancias federativas y las asociaciones de clubes femeninos de su especialidad y "con consultas e intercambios constantes de información", pero que no se plantean integrarlas en sus colectivos.