Este artículo se publicó hace 15 años.
Las 'líneas Maginot' del muy honorable
Cuando aparecieron las primeras noticias sobre los trajes del presidente Camps, el muy honorable (es un decir) aseguró que los trajes se los pagaba él. Y el ínclito Trillo, un tipo con una ética a prueba de caída de aviones en Trabzon, explicó que Camps tenía la curiosa costumbre de pagar sus compras en metálico. Pero ahora ya nadie en el PP sostiene que Camps se paga sus trajes. Esa línea de defensa ha muerto.
Cuando surgieron las primeras noticias sobre la amistad entre Camps y El Bigotes, el muy honorable (es un decir) afirmó que prácticamente no conocía a tal señor. Pero resulta que el pollo le hace regalos a la mujer y a la hija del presidente, que los dos machotes se quieren un huevo, que son amiguitos del alma y que les gusta mucho "hablar de lo nuestro". O sea, de lo suyo. Así que ahora en el PP todos asumen que Camps siempre tendrá un Bigotes a su lado (sin que ello suponga eclipsar la relación entre Bush y El Bigote por excelencia, claro). Esa línea de defensa ha muerto.
Cuando quedó claro que Camps no tenía facturas y que la amistad con El Bigotes era sólida, el muy honorable (es un decir) esparció la especie de que un presidente no se corrompe "por tres trajes" y que en ningún caso lo iban a imputar; eso sí, sin aclarar cuántos trajes hacen falta para colgarle el cartel de "se vende". Y, sin embargo, mañana tendrá que sentarse ante el juez imputado por un delito de cohecho, por la sencilla razón de que la cuantía del regalo recibido no es determinante para establecer la existencia del delito. Esa línea de defensa ha muerto.
Pero permanezcan atentos. Seguro que montarán nuevas líneas Maginot.
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