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Lisandro Alonso presenta una "historia triste filmada en el fondo de Argentina"

EFE

El director Lisandro Alonso ha declarado hoy que con la película "Liverpool", que participa en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón, ha querido contar "una historia triste" filmada en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, "en el fondo de la Argentina".

El cuarto largometraje del realizador bonaerense es una coproducción entre Argentina, Francia, Holanda, Alemania y España, cuya financiación le ha llevado cuatro años de negociaciones.

"Liverpool" narra la historia de un marinero viejo que regresa al pueblo donde nació para encontrarse con su propio pasado en un paréntesis de vida entre la monotonía y la incertidumbre.

El film ha cautivado al público y a la crítica del Festival de Gijón, que en el año 2006 le dedicó a Alonso una muestra retrospectiva de su obra, en la que "Los muertos" y "Fantasma" le han convertido en un referente de la cinematografía internacional.

El cineasta argentino ha afirmado hoy en una rueda de prensa que está "algo cansado" de que le consideren un director de festivales y considera "frustrante" que sus películas sean vistas sólo por tres mil o cuatro mil personas.

Alonso ha dicho que hace el cine que sabe hacer porque se considera "incapacitado" para filmar películas de género, ya sea de acción, terror, policial o incluso publicidad.

En su último trabajo ha prescindido de la fórmula sexo y sangre porque cree que "ya no son vanguardia" y ha buscado rodar "las escenas más ingenuas posibles para sorprender al espectador de un modo más sutil.

Según ha explicado, en "Los muertos" había incluido una escena de sexo y sangre como un ensayo, un experimento, para determinar lo que ocurría con el público al verla.

"Ahora este tipo de escenas no me gustan y por eso no las filmo, estoy en la búsqueda de otro camino, que parece conducir a la ingenuidad", ha afirmado el director sudamericano.

Después de terminar "Liverpool" Alonso dice que no tiene ningún proyecto nuevo y se plantea un período de reflexión en el que "surjan las preguntas que determinen las respuestas", que le lleven a un argumento.

El cineasta, nacido en Buenos Aire en 1975, ha explicado que sus trabajos carecen de un guión y que componen sus películas en base a "unas guías" de apenas veinte páginas.

También ha comparecido hoy en rueda de prensa el neoyorquino Antonio Campos, cuyo largometraje "Afterschool", que participa en la sección oficial a concurso, ha dejado una buena sensación por su mirada crítica al fenómeno de las nuevas tecnologías.

El trabajo de Campos desnuda una nueva realidad social en la que todo lo que no sea susceptible de ser colgado en internet "no existe" y abre una brecha en la que la verdad tiene múltiples puntos de vista.

La muerte de dos hermanas gemelas por sobredosis en los pasillos de un colegio es captada por varias cámaras y la verdad de lo ocurrido se esfuma en a multiplicidad de las versiones vídeo-gráficas.

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