"La literatura es un deporte de contacto"

Juan Gabriel Vásquez (Bogotá, Colombia, 1973) llega a su Barcelona de adopción directamente de EEUU, donde su novela Los informantes acaba de arrancar grandes elogios. Pero en la ciudad condal presenta otro libro, su recopilación de ensayos breves sobre literatura El arte de la distorsión (Alfaguara), en el que no abandona la novela, pero tratada como objeto de debate.

¿Qué objetivo se marca?

Más que exponer mis certidumbres, quiero agarrar al lector de la mano y compartir con él mis dudas sobre una idea, un autor, un libro Hacerlo mi cómplice. Me gusta una frase de Juan Villoro: Escribir ensayos es leer en compañía".

¿Qué es el pacto de la ficción?

Se da cuando el lector acepta que lo que le van a contar es una fabricación. Me interesa preguntarme por qué nos comprometemos con el destino de unas personas que nunca han existido. En El arte de la distorsión intento averiguar por qué es importante para nosotros la ficción.

¿Y por qué cree que lo es?

La novela se sigue escribiendo porque en ella, mediante su discurso mentiroso, ficticio, fabricado, encontramos verdades que no hay en otra parte. Es la verdad de las mentiras, que dice Vargas Llosa.

Cita a Orhan Pamuk diciendo que la novela histórica debe cambiar la realidad.

Es lo que consigue García Márquez con la historia de su país: distorsionar la realidad, manipularla de manera que uno lee Cien años de soledad y encuentra la historia colombiana, pero también cosas que no va a encontrar en ninguna otra parte. Si la novela no llegara a verdades distintas de la oficial, moriría.

¿Cuándo le surge la idea para una novela?

Cuando encuentro un lugar y un momento inexplorados o de los que pueda dar una lectura nueva, y cuando doy con un personaje metido en un lío. Cuando tengo esas dos cosas, tengo una novela.

¿Cada autor y cada obra tienen una referencia directa?

La literatura es un deporte de contacto. Los novelistas serios trabajan al mismo tiempo tratando de añadir algo a la realidad y de enfrentarse en un ring de boxeo a la tradición literaria para encontrar un lugar en ella.

¿Todo autor parte de una novela de referencia?

Yo, con Historia secreta de Costaguana, me di cuenta de que estaba en las coordenadas de Cien años de soledad: el Caribe y el siglo XIX. Y ése es coto vedado de García Márquez. Tuve que encontrar un modo de alejarme y descubrir otra lectura, otros valores en el texto de Gabo. Las grandes novelas son inagotables.

¿Cuáles son sus influencias?

Borges, García Márquez o Joyce son claves. Por encima de nuestros orígenes, los escritores buscamos las influencias que necesitamos, no al revés. La literatura tiene que romper fronteras.

¿Qué es un escritor?

Los escritores somos lectores pervertidos que han perdido la inocencia. ¡Lástima! Para compensarlo debemos renovar los grandes clásicos.