Este artículo se publicó hace 15 años.
Livni se niega a gobernar con la extrema derecha
La líder del Kadima se niega a compartir un gobierno de unidad con el partido de Lieberman
Punto y final. Tzipi Livni no piensa entrar en el gobierno de unidad que Benjamin Netanyahu le propone para Israel. "La visión de dos Estados (para dos pueblos) no es un mero eslogan. Unidad nacional no es meramente sentarse en el Gobierno, sino un camino en conjunto", dijo la líder del Kadima este viernes tras mantener una nueva reunión con el dirigente del Likud, encargado de la creación de un nuevo ejecutivo.
Las opciones de un acuerdo entre ambos eran casi inexistentes, pero Netanyahu quiso volver a verse las caras con su rival política para tratar de incorporar a la derecha más moderada en el gobierno. Antes de la entrevista, el diario Haaretz dijo que el líder del Likud le ofrecería a Livni "una completa e igual participación en el proceso de paz". No obstantem Netanyahu ya sabía que había pocas posibilidades de alcanzar ningún acuerdo.
Ninguno de los dos partidos creía posible la creación de un gobierno de unidad nacional entre el Likud y Kadima, pero Netanyahu quería "demostrar que ha intentado todas las opciones para comprometerse con Livni con ofertas generosas y sin precedentes". Ello, cree el líder del Likud, volcaría en su rival política toda la responsabilidad pública a la hora de tener que hacer concesiones a los partidos de extrema derecha y ultraortodoxos con los que negocia su futura coalición.
Lieberman, el obstáculoNetanyahu obtuvo hace una semana el encargo de formar gobierno, a pesar de que su partido obtuvo en las elecciones del 10 de febrero un diputado menos que los 28 del Kadima. El apoyo del ultraderechista Lieberman fue clave para que Simon Peres, el presidente de Israel decidiera darle la alternativa al Likud. Pero también lo ha sido para que Livni se eche atrás y haya decidido no entrar en el Gobierno. Livni cree que Lieberman es un gran obstáculo para lograr un acuerdo de paz con los palestinos y esto, a juicio de la líder del Kadima, es más importante que los tres ministerios que el propio Netanyahu le ofreció en la anterior reunión.
Haaretz también informa hoy de que Lieberman apoyaría la creación de un estado palestino . "Pero también creo en que Israel siga siendo un estado sionista y no hay nada de ultra en ello", dijo al diario.
"Hoy descubriremos si Livni se opone verdaderamente a la unidad", declara al diario una fuente del Likud. Y al parecer se opone. Pero sólo a la unidad de extremistas que le propone Netanyahu. A partir de ahora sólo queda que el Likud acelere los contactos con sus aliados naturales de extrema derecha y ultraortodoxos, a fin de presentar su ejecutivo en el plazo de cuatro semanas previsto por ley.
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