Este artículo se publicó hace 15 años.
Livni y Netanyahu podrían buscar un gobierno de coalición
Los dos rivales políticos de Israel podrían forjar un gobierno de unidad después de que la ministra centrista de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, derrotara por la mínima al derechista Benjamin Netanyahu, aunque él parecía tener más aliados, dijeron el viernes políticos israelíes.
Este tipo de alianza de poder compartido podría ayudar a resolver el punto puerto de la política israelí después de las elecciones parlamentarias del martes, pero aún así ralentiza los esfuerzos del presidente estadounidense, Barack Obama, para reavivar las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes en busca de una solución para dos estados.
Los resultados de las elecciones publicados el jueves después del recuento de las papeletas de soldados y prisioneros no mostraron cambios en las cifras iniciales. El partido Kadima de Livni obtuvo 28 escaños y el Likud del ex primer ministro Netanyahu ganó 27.
El resto de los escaños quedaron distribuidos entre 10 partidos más pequeños, incluidos los laboristas de izquierda, liderados por el ministro de Defensa, Ehud Barak. En alguna ocasión el partido dominante de Israel, los laboristas registraron sus peores resultados de la historia, ganando sólo 13 escaños.
Con estos resultados tan ajustados, ambos líderes competían con el presidente Shimon Peres por la nominación para el cargo de primer ministro, que él decidirá después de consultar con los líderes políticos la próxima semana.
Cuenta con una semana para designar a alguien desde el momento en que los resultados finales se publiquen en la gaceta oficial el 18 de febrero.
En la noche electoral, Livni pidió a Netanyahu que se aliara con ella en un gobierno de unidad nacional liderado por ella misma, algo que ya ofreció el año pasado antes de optar en cambio por adelantar las elecciones. Netanyahu ha dicho que él quiere ser primer ministro.
Uno de los principales diarios, el Maariv, dijo que en las negociaciones se hablaba de una gran coalición entre Kadima, Likud y los laboristas. Juntos se harían con 68 escaños del parlamento israelí de 120 miembros, según el corresponsal político Ben Caspit.
Uno de los posibles resultados podría ser que estos tres partidos seculares de las principales corrientes se pusieran de acuerdo en formar una administración que reformaría la ley electoral para reprimir a los pequeños grupos religiosos y marginales.
El entorno de Livni no hizo declaraciones inmediatas. Yisrael Katz, del Likud, desmintió la información, pero dijo a Radio Israel que el Likud estaba interesado en que el Kadima se uniera a una coalición liderada por Netanyahu.
"Realmente, la situación está muy clara, sólo Netanyahu puede agrupar una coalición de mayoría", dijo Katz.
El viceprimer ministro saliente, Hain Ramon, de Kadima y cercano a Livni, dijo a la radio del Ejército: "No nos uniremos a ningún gobierno de extrema derecha", y agregó que cualquier coalición debería ser liderada por Livni ya que su partido había conseguido la mayor parte de los escaños.
Tanto los diputados del Likud como los laboristas estuvieron de acuerdo en que la coalición podría incluir al partido de extrema derecha de Avigdor Lieberman, ex ayudante de Netanyahu, que se ha mantenido escrupulosamente abierto.
Lieberman ha surgido como clave potencial tras ganar 15 escaños.
Si Peres eligiera a Netanyahu basándose en que puede agrupar a la mayoría de derechas, sería la primera vez en los 60 años de historia de Israel que se pasa por encima del ganador de la mayoría de los escaños.
Peres también podría pedir a ambas formaciones que compartan el poder.
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