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Llega a España el cadáver de Trapero y Rubalcaba confirma que los detenidos eran del comando

EFE

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó hoy que los dos etarras detenidos ayer en Francia formaban parte del comando que el pasado sábado tiroteó a dos guardias civiles en el suroeste francés, el mismo día en el que llegaron a España los restos mortales del agente Fernando Trapero.

"Mi hijo se mantuvo con vida" hasta la detención de los terroristas, dijo hoy a Efe su padre, Fernando Trapero, quien, muy emocionado, agradeció las muestras de cariño que ha recibido la familia.

La coincidencia de la muerte de Trapero con la detención de sus supuestos asesinos no ha pasado por alto a su padre. "En el momento en el que nos daban la noticia (de la detención de los etarras), en ese momento, fallecía mi hijo", explicó desconsolado.

Un avión C-295 de la Fuerza Aérea Española fue el que trasladó hasta la base aérea de Getafe, en Madrid, los restos mortales de Trapero, de 23 años, fallecido ayer en un hospital de Bayona, cuatro días después del atentado de ETA que costó la vida en el acto a su compañero Raúl Centeno.

El cuerpo del agente fue recibido por los ministros del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de Defensa, José Antonio Alonso, que quisieron arropar con su presencia a los padres, la hermana, el cuñado y la novia de Trapero.

Después, un piquete de ocho compañeros del grupo de apoyo operativo bajaron a hombros el féretro, cubierto con la bandera española y un tricornio.

El capellán castrense de la Dirección General de la Guardia Civil ofició un breve responso y el féretro fue conducido al coche fúnebre, que partió en dirección al colegio de la Guardia Civil Duque de Ahumada, en Valdemoro, donde se instaló la capilla ardiente.

Por deseo expreso de los familiares, el velatorio se desarrollará en la intimidad, y mañana a mediodía se celebrará un funeral de Estado, presidido por los Reyes y los Príncipes de Asturias.

Fernando Trapero será enterrado por la tarde en la localidad de El Tiemblo, situada a 45 kilómetros de Ávila, de donde es originaria su familia.

Precisamente El Tiemblo se convirtió hoy en el epicentro del dolor y allí se celebró una emotiva concentración silenciosa, cargada de indignación contenida y rota por los llantos de los amigos del guardia civil.

En una rueda de prensa celebrada en el Congreso, Rubalcaba aseguró que existen "pruebas de tipo biológico" que confirman "al cien por cien" que los dos presuntos etarras detenidos ayer por la Gendarmería francesa forman parte del comando que el sábado tiroteó a los dos guardias civiles españoles en Capbreton (Francia).

Asier Bengoa López de Armentia y Saioa Sánchez Iturregi son los dos presuntos etarras que formaban parte del comando, que, según el ministro, se disponía a entrar en España para atentar y, de hecho, habían hecho prácticas de tiro.

"Estaban preparándose para matar", subrayó Rubalcaba, quien apuntó que los esfuerzos en la investigación se centran ahora en localizar al tercer integrante del comando responsable del atentado.

Se mostró, sin embargo, extremadamente cauteloso a la hora de ofrecer datos sobre las investigaciones, y tampoco quiso confirmar si el tercer integrante del comando ya ha sido identificado, y mucho menos si se trata del dirigente etarra Mikel Garikoitz Aspiazu, "Txeroki".

No obstante, sostuvo: "El tercero también caerá".

Rubalcaba efectuó estas declaraciones en el Congreso, antes de la celebración del acto institucional para conmemorar el XXIV aniversario de la Constitución, que se transformó en un llamamiento a la unidad y al consenso contra el terrorismo por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del líder del PP, Mariano Rajoy.

La muerte de dos guardias civiles tiroteados por ETA el sábado marcó la celebración, mucho más austera de lo habitual y sin el tradicional cóctel de la recepción oficial, que comenzó con un emotivo minuto de silencio guardado por todas las autoridades e invitados, en su mayoría representantes políticos.

Aunque el homenaje a los agentes asesinados fue anunciado para después del acto y en la escalinata del Congreso, finalmente tuvo lugar en el interior del Palacio, después de que varios centenares de ciudadanos abuchearan y aplaudieran, divididos, a los dirigentes políticos que iban llegando a la Cámara.

Rodríguez Zapatero compareció ante la prensa para llamar al "entendimiento sincero" entre los partidos con el fin de lograr un frente común contra el terrorismo, una unidad que "llevará su tiempo" pero por la que se comprometió a trabajar "sin mirar para atrás".

Mariano Rajoy, por su parte, admitió que apoyará al Gobierno "para la derrota de ETA", a pesar de que no le oiga decir que no volverá a negociar con los terroristas, antes de insistir en la necesidad de ilegalizar a ANV y el PCTV.

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