Los colegios electorales de Lleida han estrenado hoy un nuevo sistema informático para gestionar de una forma más eficaz y segura todo el proceso de las votaciones, en una experiencia piloto de administración electrónica que se realiza también en Salamanca y Pontevedra.

Las mesas de los colegios electorales de Lleida se han quedado pequeñas en estas elecciones europeas ya que, además de la tradicional urna, han tenido que hacer sitio para disponer una impresora, un ordenador portátil y una pantalla de ordenador complementaria.

Y es que este es el equipo mínimo necesario para la puesta en marcha de los Colegios Administrados Electrónicamente (CAE), cuyo funcionamiento se está probando de forma experimental en Lleida, Pontevedra y Salamanca.

Esta prueba experimental poco afecta a los votantes, que al acudir a su colegio electoral sólo notan que su papeleta tiene un código de barras, que las mesas donde se encuentran las urnas están acompañadas de un amplio equipo informático y que al realizar el voto ya no tachan su nombre con un bolígrafo, sino que basta con hacer un 'click' en un listado del censo electoral que hay en cada ordenador portátil.

Los principales cambios afectan pues principalmente a los que hoy les ha tocado participar en la "fiesta de la democracia" desde el otro lado de la mesa, ya que esta tecnología les ha de permitir mayores garantías de seguridad en el control de los votantes y un recuento más ágil de las papeletas.

Así, cuando llega un nuevo votante, los miembros de la mesa le piden como siempre el DNI pero, en vez de buscar en los habituales listados de papel al elector, introducen el nombre de este en el censo digital que hay en el ordenador portátil y, una vez localizado, se introduce el voto en la urna.

Entonces, junto al nombre del elector hay una casilla en la que pone 'vota', que una vez marcada registra que esa persona ha votado, de manera que se evitan posibles errores humanos en el proceso.

Para mayor garantía de legalidad, tanto la localización del elector en el censo electoral como el registro de su voto a través de la casilla correspondiente puede ser seguida por todos los miembros de la mesa, ya que el ordenador portátil está conectado con una pantalla complementaria en el que se reproducen todas las acciones realizadas en éste.

La impresora permite al acabar la jornada imprimir las actas de escrutinio, lo que, además, ahorra papel, ya que las papeletas de voto se pueden ir imprimiendo a medida que se acaban.

Por último, un lector óptico de un código de barras ayudará en la agilización del recuento de las papeletas al final del día. Los resultados, como ya sucedió en las últimas elecciones generales, se enviarán desde cada colegio electoral al centro de recepción a través de una PDA.

Para poder realizar la prueba de este nuevo sistema en Lleida, el Estado formó a 150 representantes de la Administración que realizaron un cursillo sobre el funcionamiento del CAE. Así, cada mesa cuenta con el asesoramiento de uno de estos representantes, que se encargan de asesorar al resto de miembros junto con un técnico de la empresa Indra, encargada de la gestión del proceso electoral.

En la demarcación de Lleida, el censo electoral está formado por 301.111 personas, de las cuales 90.018 están censadas en la capital del Segrià, que son las que hoy, si van a votar, podrán ayudar a probar este nuevo sistema llamado a agilizar y mejorar el funcionamiento de los comicios.