La lluvia de Londres fracasó en su intento por desanimar a Rafa Nadal, que pisó el lunes por primera vez pista de hierba del Club de Queen's durante una sesión de entrenamiento pasada por agua, un día después de conquistar su quinto título de Roland Garros.

El nuevo número uno del mundo fue arropado por cientos de seguidores cuando su coche llegó al Club de Queen's después de viajar en tren desde París, donde venció a Robin Söderling en la final en tierra batida del domingo.

A pesar de una lluvia constante, el mallorquín accedió a las pistas de entrenamiento, donde el encargado de su mantenimiento, Graham Kimpton, le preguntó: "no quieres jugar, ¿verdad?".

Cuando el campeón en Queen's de 2008 asintió con la cabeza, Kimpton se echó a reír y ordenó a su equipo colocar de nuevo la red. Nadal practicó su revés y envió fuertes derechazos a su compañero de entrenamiento durante 20 minutos, antes de que la incesante lluvia y la escasa luz le llevasen a interrumpir la práctica.

"Estoy muy contento de volver a este agradable club y de estar de nuevo en la hierba, que es una de mis superficies favoritas", dijo Nadal.

"Las condiciones no fueron fáciles para practicar hoy y quiero agradecer a los organizadores del torneo que me permitiesen hacerlo. Sé que no es lo mejor para la pista, pero era muy importante para mí tener un primer contacto con esta nueva superficie", añadió.

Nadal, primer cabeza de serie, accederá directamente el miércoles a la segunda ronda, en la que se enfrentará al brasileño Marcos Daniel.