Cargando...

Localizados 5 cuerpos de los fusilados de Santa Marta de Tera

Es la primera fosa que se abre gracias a la investigación iniciada por el juez Baltasar Garzón

Publicidad

Los primeros restos aparecidos son esperanzadores. Tres días después de iniciar la excavación de la fosa común de Santa Marta de Tera (Zamora), los voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) localizaron ayer cinco cuerpos que, en principio, corresponden a los ocho fusilados (cuatro eran vecinos de Benavente y otros cuatro, de Destriana) que fueron arrojados a su interior en 1936 tras ser asesinados por un grupo de falangistas.

Publicidad

La titular del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número dos de Benavente, Tania Chico, autorizó la apertura de esta fosa común.

Click to enlarge
A fallback.

Fue después de que el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, iniciara la causa contra los generales golpistas de 1936 y, posteriormente, se inhibiera a favor de 43 juzgados territoriales.

Tania Chico, que sigue con atención los avances en la zanja, fue la primera en atender este requerimiento.

Publicidad

Antes del mediodía de ayer, los participantes en la excavación hallaron los tres primeros cráneos. Dos de ellos estaba juntos y un tercero se localizó en la misma zona, pero algo más alejado. El forense llegó poco antes de las 12:00 horas para ver los huesos y comenzar su estudio. También se acercaron al lugar miembros del equipo de antropólogos encargado de identificar a los asesinados durante la dictadura argentina, con el fin de comprobar cómo se abordan en España este tipo de casos. Pocas horas más tarde, se localizaron otros dos cuerpos. Todos los restos se encontraban entre el cementerio municipal y la iglesia de Santa Marta de Tera, un municipio de 315 habitantes.

Santiago Macías, vicepresidente de la ARMH, mostró su satisfacción por el hallazgo, aunque apeló a la "prudencia" a la espera de que aparezcan más restos. Sin embargo, reconoció que "hay muchas posibilidades de que esto sea la fosa común, ya que en ningún sitio entierran a varias personas juntas".

Publicidad

La satisfacción se hizo patente entre los familiares de los cuatro fusilados de Destriana, que siguen a pie de zanja la investigación. Pero la exhumación de los cadáveres no resulta una tarea fácil.

Macías recordó que aún queda por ver "la dirección que llevan los huesos", ya que, según estén colocados en la tierra, "podrían perderse bajo un panteón que hay al lado o seguir hacia el campanario". En la excavación, que proseguirá hoy, participa un único arqueólogo, ya que apenas hay sitio para más personas en la zanja. El trabajo es lento, manual. El objetivo es localizar cuanto antes los restos de los ocho fusilados que yacen bajo tierra. Los huesos se enviarán a Zamora y se cotejarán con muestras de ADN que se tomen a sus familiares.

Publicidad