Este artículo se publicó hace 14 años.
Londres se compromete a ayudar a Irlanda
Sus bancos son los más expuestos a la crisis del país vecino
El alma euroescéptica de los conservadores británicos va a tener que hacer una excepción con Irlanda. Londres no se puede permitir el hundimiento del sistema financiero irlandés porque podría arrastrar a dos de sus cuatro mayores bancos, precisamente los dos nacionalizados.
El ministro de Hacienda, George Osborne, confirmó ayer al llegar a Bruselas que su país ayudará a Irlanda, aunque aún esté por decidir de qué manera: "Irlanda es nuestro vecino más cercano. Para el interés nacional británico es conveniente que la economía irlandesa funcione y que tenga un sistema financiero estable".
Por más que el país esté fuera del euro y que los tories abominen de la moneda europea, en este caso no tienen elección. De los 170.000 millones de dólares que los bancos irlandeses deben a bancos de otros países, 42.000 millones corresponden a entidades británicas.
Pero, según datos de Morgan Stanley, al incluir todos los créditos al sector público y privado irlandés, la exposición a ese país adquiere niveles espectaculares, pues supera los 222.000 millones de dólares, según datos del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés).
El peso de las exportacionesLas economías de ambos países están íntimamente relacionadas. Irlanda es el quinto mercado de las exportaciones británicas, con un volumen ventas de 34.000 millones de euros al año. Dicho con otras palabras: Reino Unido exporta más a Irlanda que a China, India, Brasil y Rusia juntos.
Si los créditos a Irlanda llegan a decenas de miles de millones de euros, no es extraño que el Gobierno británico esté dispuesto a costear una parte del rescate de la banca irlandesa. Para mantener distancias con el euro, esa ayuda sólo podría venir de la parte del presupuesto de la UE comprometida en mayo para ese fin. Gran Bretaña aceptó asumir un 13,6% de ese fondo, con lo que su aportación estaría entre 8.200 y 9.400 millones de euros.
Otra posibilidad es que la ayuda se concediera de forma bilateral, sin intervención de las autoridades comunitarias, aunque sólo en el caso de que el rescate se hiciera a través de los mecanismos de protección del sistema monetario europeo en los que no participa Reino Unido.
En cualquier caso, la decisión política ya está tomada. El país "ha dejado claro de forma oficiosa que si hay una operación con Irlanda, estará ahí de una forma u otra", dijo ayer Klaus Regling, responsable del Fondo de Estabilidad Financiera Europea. Porque, como dijo George Osborne por la tarde, "somos buenos vecinos".
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