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Londres ultima un impuesto a los bonus

Brown planea recortar los sueldos en las empresas públicas británicas

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

El pulso entre el Gobierno británico y la City se va a dilucidar esta semana tras meses de dudas y discusiones. El Ministerio de Hacienda estudia aplicar un impuesto especial a todos directivos de bancos que cobren bonus a partir de un cierto nivel. El anuncio definitivo se hará el miércoles, cuando el ministro Alistair Darling haga públicas las líneas generales del presupuesto de 2010.

Entre la opción de castigar fiscalmente a los bancos o a su personal mejor pagado, el Gobierno ha optado por lo segundo. El Gobierno teme que gravar aún más los beneficios perjudique a los bancos en un momento en que es necesario que las entidades saneen sus balances y conjuren el peligro de nuevos desplomes del sistema financiero.

Los directivos de la banca son el objetivo políticamente más rentable y con menos riesgos económicos. 'Se intentará acelerar el cambio en la mentalidad de los bancos y reforzar el mensaje de que no pueden vivir a espaldas del mundo real', según dijeron fuentes del Gobierno que cita The Times.

El Ejecutivo británico no puede ahora echarse atrás porque daría la impresión de que no se atreve a plantar cara a la City, lo que arruinaría sus posibilidades en las elecciones generales de 2010.

En un panorama de aumento del paro y caída de los salarios, las gigantescas cantidades que los bancos han reservado para los bonus contribuyen a desgastar la imagen del Gobierno. Por la misma razón, Gordon Brown quiere dar imagen de austeridad, y ayer se quejó de los grandes salarios que disfrutan los altos cargos de la BBC y otras sociedades públicas, muy superiores al suyo. El primer ministro quiere reducir un 20% esos sueldos dentro de un paquete de recortes para ahorrar 12.000 millones de libras en cuatro años.

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