López se centrará en la lucha contra ETA y la crisis para visualizar el cambio

Euskadi llega a la recta final para el cambio, tras tres décadas de gobiernos nacionalistas. Patxi López se convertirá este martes en el primer lehendakari socialista con la obsesión de demostrar que puede hacerse política de un modo diferente al PNV sin que nada se rompa en la vida de los ciudadanos. Se trata de una vieja aspiración de los socialistas vascos. Cuatro años tienen por delante para lograrlo, pero el nuevo Ejecutivo intentará realizar un esfuerzo especial, en su arranque, para marcar su sello ante la crisis económica y el terrorismo. "Se tiene que visualizar que el cambio se produce", apuntan fuentes del Partido Socialista de Euskadi.

Se trata de una apuesta estratégica. Aún no están definidos los cauces a seguir, pero el comienzo del Gobierno de López se iniciará, las próximas semanas, con los contactos con todos los partidos del arco parlamentario vasco para intentar llegar a un pacto que permita hacer frente a ETA desde la unidad.

"Debe visualizarse desde el principio que el cambio se produce", dice el PSE

El Partido Socialista de Euskadi considera que este consenso es más necesario, aún si cabe, después de que la banda amenazara directamente, en su último comunicado, a los miembros que integrarán el Ejecutivo. El aviso de ETA ha dificultado la labor de Patxi López para configurar su gabinete, hasta el punto de verse en la necesidad de reclamar a los medios de comunicación "responsabilidad" para que no hubiera filtraciones sobre sus futuros consejeros. Uno de los elegidos se echó atrás el mismo día en que su nombre salió a la luz en un diario. En esta tesitura de amenaza de ETA, aún le faltan nombres para completar su gabinete, como en las áreas de Hacienda e Industria.

Diálogo social

Precisamente, Industria es una de las áreas que está de algún modo relacionada con la segunda vía elegida por López para tratar de enfatizar ante la sociedad el cierre a un ciclo de 30 años de gobiernos del PNV. En la campaña electoral, levantó la bandera del diálogo social y ahora pretende que su promesa se visualice en una fotografía con la patronal y los sindicatos sentados a una misma mesa, con el Gobierno del PSE, para buscar salidas a la crisis económica.

El primer gesto del lehendakari será un discurso laico ante el Árbol

El cometido se antoja por el momento complicado, pues los sindicatos nacionalistas ya han dejado claro que no están por la labor de aparecer en esa foto. Mañana mismo, justo un día antes de la presumible elección de López como lehendakari, ELA, LAB, ESK, STEE, EHNE e HIRU registrarán en la Delegación de Trabajo del Gobierno vasco la convocatoria de huelga general anunciada para el 21 de mayo. Los sindicatos nacionalistas sostienen que el fin de la misma es laboral y que, en absoluto, se trata de una protesta para boicotear al futuro Ejecutivo. En el Partido Socialista de Euskadi, en cambio, perciben la iniciativa como parte de una estrategia nacionalista orquestada para dificultar su labor desde el principio. Lo que es un hecho es que la huelga está cogiendo día a día un cariz político.

Fue el dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi quien sostuvo que la protesta debe servir para exigir un "cambio político y de modelo social", así como para poner "en evidencia la foto real del país, por encima de Parlamentos trucados y discursos que se instalan en una dinámica de mentira y manipulación".

En esta complicada coyuntura, nacerá esta semana el nuevo Gobierno vasco. La ceremonia arrancará el martes en la Cámara de Vitoria, donde sus 75 miembros votarán de pie y a viva voz a uno de los dos candidatos: Patxi López o Juan José Ibarretxe. El PSE y el PP harán valer su mayoría absoluta, tras la ilegalización de las candidaturas amparadas por Batasuna, para elegir al primer lehendakari socialista.

Dos días después, Patxi López se presentará ante el Árbol de Gernika para prometer su cargo como lehendakari con un discurso distinto al pronunciado por los lehendakaris del PNV. Como socialista, hará una declaración laica sin la alusión "Ante Dios humillado" y sustituirá la biblia por la Constitución. "Será laico, pero respetuoso con las tradiciones", dice un portavoz del PSE.

El viernes será la toma de posesión de los consejeros del nuevo Ejecutivo, mientras que está aún por decidir si al día siguiente tendrá lugar el primer Consejo de Gobierno.