El piloto español Jorge Lorenzo (Yamaha) ha preferido no sumarse con fuerza a la línea crítica que existe en algunos sectores del MotoGP contra Michelín y ha asegurado que no criticará a la empresa francesa porque se considera "un señor", y porque no quiere "morder la mano" de su equipo.

"Hasta final de temporada voy a ser un señor y no voy a criticar a Michelin. No ha sabido encontrar el neumático ideal, pero no puedo criticar. No puedo morder la mano de mi dueño (Yamaha). No trabajo para ellos. Ellos prometieron que iban a invertir tantos millones y no sé si lo han hecho. Quizá sí, pero no han sabido alcanzar los resultados. Lo que es verdad es que los neumáticos son diferentes al año pasado y parece que van peor", reflexionó.

El piloto mallorquín ha reconocido que estaban avisados por parte del constructor de neumáticos que tras las pruebas realizadas hace un mes en Brno, los resultados no habían sido satisfactorios.

"Michelin nos dijo que en las pruebas que hizo habría problemas porque el neumático de delante no durarían casi nada. Confiábamos que ese problema no existiría este fin de semana. Parece ser que es el asfalto el que causa estos problemas. Pero llevamos dos carreras malas. Quizá en Misano estaremos mejor. No me voy a desanimar", añadió.

Lorenzo no pierde la esperanza de que un día la suerte deje de serle esquiva. "Estoy contento y tranquilo en la moto. He demostrado que tengo un buen ritmo de carrera y cuando las circunstancias estén de nuestro lado, estaremos luchando por la victoria", espera.

Después de la carrera en Brno, en la que arrancó en última posición, después de que fuese invitado por la organización al no alcanzar un tiempo de clasificación, el piloto mallorquín acabó décimo en el GP de la República Checa.

"Es para estar decepcionado con esta posición. Tenemos material y calidad para estar más delante. Viendo cómo ha ido todo el fin de semana y viendo el rendimiento del neumático delantero que nos ha ofrecido Michelin, es lo máximo que podíamos hacer", comentó.