Luis Mateo Díez reaparece en la escena del crimen

Luis Mateo Díez lo sabe: la culpabilidad es la enfermedad moral que azota al hombre moderno, motivo por el cual ha decidido rastrearla en su última novela, El animal piadoso (Galaxia Gutenberg), presentada ayer en Madrid.

Díez (Villablino, 1942) toma como punto de partida el encuentro entre Samuel Mol un solitario comisario ya jubilado y el decrépito Elicio Cedal, que sobrevive en un asilo. A partir de ahí, el policía vuelve a investigar un homicidio cometido catorce años atrás, cuando a pesar de su empeño en el caso no fue capaz de encontrar respuestas.

Retomarlo en el presente hace que Mol experimente un sentimiento de misericordia hacia quienes siguen una senda de desgracia. Explica el autor: "Hay quienes al final de su vida se sienten perseguidos por las frustraciones, en lugar de por los momentos de felicidad".

El escritor advierte que a pesar de los elementos policiales, El animal piadoso no se trata tanto de una novela negra como de otra de sus fábulas morales. Y aunque se declara seguidor de Georges Simenon, Dashiell Hammett y Ross Macdonald, la deriva actual del género hacia "lo expansivo, en donde todo se ramifica de un modo disparatado" hace que el leonés tome distancias respecto a la novela negra.

Otro de los empeños del académico es desmentir su narración como parcialmente autobiográfica. "Lo que yo no podría hacer es verme reflejado en el personaje de Mol", dice quien admite esta creación como una de las que más enseñanzas vitales le ha reportado.