Este artículo se publicó hace 15 años.
Luis Pascual Estevill vuelve a los tribunales como testigo en el caso Banesto
El ex juez Luis Pascual Estevill, actualmente en prisión por prevaricación, volverá a una sala de juicios hoy, esta vez como testigo en el caso Banesto, en el que se juzga a tres altos directivos del banco, entre ellos el ex presidente y actual consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz.
Los letrados de las acusaciones, en representación de Pedro Olabarría, Luis Fernando e Ignacio Romero y Modesto González Mestre, han indicado a Efe que esperan que el ex juez se ratifique en sus dos anteriores declaraciones en las que reconoció que pactó con el letrado externo de Banesto Rafael Jiménez de Parga la presentación de la querella que llevó a la cárcel a tres de los cuatro empresarios.
Pascual Estevill reconoció que se vio con Jiménez de Parga en el desaparecido restaurante barcelonés "La Punyalada", sito en el Paseo de Gracia, donde el ex juez le habría indicado al letrado y catedrático de Derecho Mercantil que la querella presentada contra los empresarios en nombre de Banesto era deficiente y precisaba ser ampliada.
Así lo hizo Jiménez de Parga días después de que los tres empresarios -Pedro Olabarría, Luis Fernando Romero y Modesto González Mestre- pasasen tres días en la prisión Modelo de Barcelona en septiembre de 1994 por orden de Estevill, que actualmente cumple condena de nueve años en Quatre Camins (Barcelona) por exigir dinero a banqueros y empresarios procesados para evitar su encarcelamiento.
El origen de la causa que se juzga desde el pasado lunes día 4 en la sección tercera de la Audiencia de Barcelona se remonta al año 1994, cuando Banesto presentó una querella contra los tres citados empresarios e Ignacio Romero, hermano de Luis y también socio de Olabarría, a quienes el banco reclamaba una deuda de 600 millones de pesetas (3,6 millones de euros).
Pascual Estevill, que sustituyó al titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona en vacaciones, citó a los empresarios en el Juzgado y, tras interrogarles, decretó medidas cautelares de cárcel contra ellos, en presunta connivencia con Jiménez de Parga.
Después de que esa causa fuera archivada, los empresarios y Rafael Pérez Escolar -consejero de Banesto durante la etapa de Mario Conde- presentaron a su vez una querella contra el ex presidente de la entidad, Alfredo Sáenz; el director general, José Ángel Merodio; el letrado externo, Rafael Jiménez de Parga, y el director regional en Cataluña del banco, Miguel Ángel Calama.
Tras una larga investigación del Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona, la causa también fue archivada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al entender que las actuaciones de Jiménez de Parga y Calama estarían prescritas, y las de Sáenz y Merodio no serían constitutivas de delito.
No obstante, el Tribunal Supremo anuló en 2006 la resolución del TSJC al estimar que no era acertada y ordenó al Juzgado de Instrucción que siguiera con la tramitación de la causa, que se ve estos días en la Audiencia de Barcelona.
En la primera semana del juicio contra los tres ex altos directivos de Banesto y el letrado Jiménez de Parga, estos acusados han vuelto a negar cualquier responsabilidad en la decisión de presentar la querella, al igual que ya hicieron durante la instrucción de la causa.
Para los empresarios, este juicio supone la última oportunidad de ver restituido su honor que, como han asegurado todos ellos en sus declaraciones ante el tribunal, quedó en entredicho tras su paso por prisión.
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